Este nuevo atentado sicarial que segó la vida de Jesús Eduardo Rengifo Pérez, afectó a su hijo Miller Rengifo Rangel de 9 años de edad, quien terminó impactado por una de las balas en una de sus manos la noche del martes en el barrio El Rubí, suroccidente de Barranquilla.
El menor, fue trasladado al hospital del barrio La Manga junto a su padre, pero este último llegó sin signos vitales, informó la Policía.
En la última semana ya son tres los menores de edad que han resultado víctimas de balas perdidas en distintos hechos criminales cometidos en Barranquilla.
El primero es un niño de 3 años que aún intenta recuperarse de la herida en el rostro que sufrió tras recibir un disparo durante un sepelio.
En el segundo caso la víctima fue una niña de 12 años, que murió de un disparo en el abdomen cuando se bañaba en agua lluvia y quedó en medio de un enfrentamiento entre pandillas, en el barrio La Ciudadela.
