La amenaza de suspensión de servicios pediátricos en la red hospitalaria del Atlántico quedó conjurada, al menos por ahora. Tras una reunión clave, la ESE Universitaria del Atlántico (ESE UNA) y el gremio de pediatras llegaron a un acuerdo para saldar parte de la deuda que la entidad mantiene con estos especialistas.
La gerente de la ESE UNA, Rosmery Wehedeking, informó que está en proceso el levantamiento de un embargo sobre recursos entregados por la Gobernación, y que en las próximas horas la Adres hará un giro que permitirá cubrir los pagos más urgentes. “Este mes la gerencia hizo todos los cobros y gestiones; creemos que el giro será suficiente para cancelar al personal”, señaló.
El pacto llega después de que los pediatras advirtieran que, si el 8 de agosto no recibían al menos dos meses de lo adeudado —en algunos casos desde noviembre pasado—, tomarían acciones que pondrían en riesgo la atención.
Wehedeking añadió que parte de los recursos también se destinarán a cubrir salarios del personal del Hospital Departamental de Sabanalarga, en paro desde la semana pasada, aunque advirtió que el pago completo dependerá del monto final que ingrese.
Desde la Sociedad de Pediatría del Atlántico, Gustavo Romero celebró el acuerdo, pero pidió garantizar no solo la operatividad, sino la sostenibilidad del sistema. “Lo que no queremos es que esto se vuelva repetitivo”, enfatizó.
En este momento, 52 niños permanecen en atención en el Hospital Niño Jesús, razón por la cual los pediatras decidieron no suspender sus servicios. “La comunidad debe entender que es necesario apoyar al cuerpo médico y al personal de salud; la situación es apremiante”, concluyó Romero.