La Secretaría de Salud del Atlántico lanzó un llamado urgente a las Entidades Administradoras de Planes de Beneficios (Eapb), conocidas como EPS, a las Instituciones Prestadoras de Servicios de Salud (IPS) y a las alcaldías municipales, para que fortalezcan sus acciones y capacidades de respuesta en la atención en salud mental de niños y niñas en el departamento, tras evidenciarse un preocupante aumento en las consultas de esta población a los servicios de psicología.
Este pronunciamiento se realizó en el marco de la segunda Mesa Técnica de Salud Mental liderada por la Secretaría de Salud del Atlántico con la participación de EPS, ESE municipales y departamental, IPS especializadas y secretarios de Salud de los 22 municipios.
Durante la jornada, cada EPS presentó la caracterización de la población atendida, el número de usuarios atendidos por patologías de salud mental, su red de prestadores y los servicios ofrecidos. Esta información, junto con los datos de seguimiento del Sistema de Vigilancia Epidemiológica del Atlántico (Sivigila), evidenció un incremento sostenido en la demanda de servicios de salud mental en la primera infancia, especialmente en niños y niñas entre los 3 y 6 años de edad.
“Hemos podido identificar una problemática que en este momento está afectando a la primera infancia del departamento del Atlántico con una presencia de enfermedades asociadas a la salud mental que requieren de nuestra intervención y atención”, señaló Olinda Oñoro Jiménez, subsecretaria de Salud Pública del Atlántico.
Agregó que es preocupante cómo niños y niñas están acudiendo cada vez más a consultas psicológicas por síntomas de ansiedad, trastornos del desarrollo, alteraciones de comportamiento y dificultades en su adaptación social, indicadores presentados por las EAPB, que exigen una respuesta inmediata del sistema.
PATOLOGÍAS MÁS FRECUENTES
Trastornos de ansiedad, asociados a disfunción familiar, sobreexposición a pantallas y tecnología, escasa interacción emocional en el entorno cercano y falta de rutinas saludables.
Trastornos del Espectro Autista (TEA), que requieren diagnóstico y seguimiento temprano con equipos multidisciplinarios.
Trastornos de la conducta y del desarrollo emocional, muchas veces invisibilizados o confundidos con “mal comportamiento”, lo que retrasa su atención adecuada.
Problemas de lenguaje y socialización, que impactan directamente el aprendizaje y la integración escolar.
La autoridad en salud pública invitó a todos los actores del sistema a comprometerse de manera permanente en un trabajo articulado que vaya orientado hacia la promoción y la prevención de las enfermedades de salud mental en el departamento para de esta manera poder atender la problemática y disminuir la incidencia de los casos de intento de suicidio en el territorio.
Durante la mesa técnica también se reiteró la importancia de trabajar con un enfoque diferencial por cursos de vida, reconociendo que cada etapa —primera infancia, infancia, adolescencia, juventud, adultez y vejez— requiere estrategias de prevención y atención diferenciadas y contextualizadas. No se puede aplicar un modelo único para todas las edades.
“El compromiso es trabajar por cursos de vida, y eso implica fortalecer desde ya la salud mental infantil. Necesitamos que cada EPS, cada IPS y cada municipio revise cómo está abordando esta etapa del desarrollo. Se encontró que tenemos problemas de salud mental en la primera infancia. O sea, la población menor de 5 años está ya presentando trastornos de ansiedad, problemáticas emocionales”, afirmó María Elena Menco, coordinadora del programa de Salud Mental del departamento.
Este enfoque permite diseñar estrategias de prevención y atención más efectivas, ajustadas al entorno familiar, escolar, comunitario o laboral de cada población. Por ello, se instó a que cada sector desarrolle planes locales de salud mental con acciones diferenciadas, articuladas entre los sectores de salud, educación y protección social, y con énfasis en la identificación temprana, el acompañamiento psicosocial y el fortalecimiento de redes de apoyo desde la comunidad.
Entre los acuerdos clave se estableció que:
La Secretaría de Salud departamental reiteró que el éxito de una política pública en salud mental depende del trabajo conjunto entre todos los actores del sistema y de una intervención oportuna, integral y con enfoque familiar y comunitario.
Se hizo un llamado a EPS, IPS y autoridades municipales para que desarrollen planes locales de salud mental con acciones diferenciadas, articuladas entre los sectores de salud, educación y protección social, y con énfasis en la identificación temprana, el acompañamiento psicosocial y el fortalecimiento de redes de apoyo desde la comunidad.
Se acordó que se deben medir la efectividad de las estrategias implementadas en septiembre y evaluar los resultados en diciembre para planificar el 2026.
La salud mental en la primera infancia es fundamental para el desarrollo integral de los niños y niñas, ya que en esta etapa se forman las bases neurológicas, emocionales y sociales que influyen en su bienestar a lo largo de la vida. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), un entorno afectivo seguro y estimulante en los primeros años favorece el desarrollo cerebral, la capacidad de aprendizaje, la regulación emocional y la construcción de relaciones saludables.
CIFRAS
El Sistema de Vigilancia Epidemiológica del Atlántico reportó que la tasa de intento de suicidio a semana epidemiológica 28 de 2025 (a 12 de julio) para el departamento del Atlántico se ubicó en 28.09 por cada 100.000 habitantes, representando el valor más bajo en los últimos cuatro años, con una reducción porcentual que oscila entre el 13.5 % y el 31.6 % respecto a los años previos, lo que ubica al departamento en una trayectoria positiva del evento.
A este mismo corte, el total de casos de intento de suicidio fue de 422 casos frente a 485 del año anterior. La población de 7 a 21 años representa el 49.05 % del total de casos. Aunque los grupos de infancia y adulto mayor concentran el menor número de casos (9 y 14), son de especial importancia por ser los extremos de la vida.
Los factores desencadenantes, que aparecen con mayor frecuencia, del intento de suicidio, analizados por Secretaría de Salud del Atlántico, son los problemas familiares (38.86 %) y los conflictos con pareja o expareja (27.07 %).
COMPROMISO
El Atlántico avanza en la construcción de una red de salud mental centrada en las personas, donde la primera infancia es prioridad. La Administración Departamental continuará convocando mesas técnicas, brindando acompañamiento a los municipios y realizando acciones de formación y seguimiento para garantizar que ningún niño o niña con una necesidad en salud mental quede sin atención.
La Secretaría de Salud departamental reiteró que el éxito de una política pública en salud mental depende del trabajo conjunto entre todos los actores del sistema y de una intervención oportuna, integral y con enfoque familiar y comunitario.