El aeropuerto internacional Ernesto Cortissoz avanza en su plan de modernización con una inversión de $34 mil millones en infraestructura. La Aeronáutica Civil confirmó que antes de finalizar el año se entregarán las primeras obras, entre ellas la renovación de la sala de maletas, clave para mejorar la experiencia de los pasajeros.
“Proyectamos que el Cortissoz no solo preste sus servicios a Barranquilla, sino a más de 10 millones de habitantes en el Caribe. Tan solo entre enero y junio tuvimos 1,5 millones de pasajeros, y seguimos trabajando para consolidar este aeropuerto como un punto de conectividad internacional”, afirmó Carlos Rodríguez Navarro, director regional de la Aerocivil.
Además de las obras físicas, el aeropuerto tendrá un impulso en conectividad con nuevas rutas. El brigadier Óscar Zuluaga Castaño, presidente de Satena, anunció que desde el 25 de noviembre se abrirán vuelos desde Barranquilla hacia Riohacha, Valledupar y Montería, con aviones ATR 72 y Twin Otter en tres frecuencias semanales. También se proyecta conexión hacia Medellín, Cúcuta y Aguachica, así como hacia municipios como Magangué y El Plato, una vez sus pistas estén listas.
El gobernador Eduardo Verano destacó que estas obras y nuevas rutas impulsan a Barranquilla como un hub turístico y de negocios:
“Desde los territorios más apartados ahora se podrá llegar a la capital del Atlántico. Eso incentiva el desarrollo económico y social del departamento”.
Por su parte, la gerente de Ciudad, Ana María Aljure, anunció que próximamente la ciudad contará con un Centro de Mantenimiento, Reparación y Operaciones (MRO), lo que generará empleos y consolidará a Barranquilla como referente en aeronáutica.
Con estas apuestas, el Cortissoz busca recuperar su papel histórico como puerta de entrada de la aviación en Colombia y posicionarse como centro estratégico de conectividad para el Caribe.









