El 30 de noviembre de 2010 sigue en la memoria de los habitantes del sur del Atlántico.
Todos recordarán que aquella tarde el fuerte caudal del Canal del Dique rompió el carreteable Calamar – Santa Lucía, abrió un boquete que poco a poco se fue extendiendo e inundó todo el Cono Sur del departamento, con daños incalculables para los habitantes, la infraestructura pública de servicios y, fundamentalmente, para el sector agropecuario.
Una tragedia como nunca antes registrada en el Atlántico, pese a las manifestaciones del Gobernador de turno, Eduardo Verano De la Rosa, en el sentido de que el sur del departamento se encontraba “blindado” frente al anunciado fuerte invierno que se avecinaba.
Por ello, los habitantes sienten temor que se repita la grave y ante la creciente de los caudales que amenazan a la población decidieron tomarse, de manera pacífica, la Carretera Oriental.
Todo con el fin de llamar la atención de las autoridades nacionales, pues consideran que hay altos índices de desbordamientos en el Canal del Dique.
En ese mismo lugar cuestionaron la presencia de los representantes del Gobierno que han ido allá sin solución alguna.
“No necesitamos como ayer que vinieron, hicieron una reunión y nos dijeron 3, 4 cositas. Necesitamos soluciones de fondo. Queremos que nos digan qué va a pasar con el Canal del Dique con esta situación que se nos está presentando. Basta ya de ‘pañitos de agua tibia’ porque la situación es grave”, advirtieron.
Por su parte, Marta Martínez Villa, presidenta de los usuarios del distrito de riego de Suan y Santa Lucía, hizo un llamado al Gobierno Nacional y al Fondo Adaptación “porque lo que vivimos en el 2010 no lo queremos vivir este año”.
“El Gobierno no nos para bolas sobre la situación del Canal del Dique y mientras no nos solucionen esa situación todos los años vamos a tener el mismo problema. Necesitamos pronta solución para este grave problema”, puntualizó.