La Universidad del Atlántico atraviesa una de sus jornadas más convulsas en los últimos años luego de que el Consejo Superior aplazara la designación del nuevo rector, mientras la Procuraduría evalúa recusaciones presentadas contra varios miembros del órgano directivo.
Este martes, el campus norte se vio sacudido por actos de vandalismo que generaron alarma entre estudiantes, docentes y personal administrativo. La Vicerrectoría de Investigación, Extensión y Proyección Social, dirigida por Miguel Caro, fue blanco de grafitis y de la quema de objetos como sillas plásticas en sus inmediaciones, obligando a la seguridad de la universidad a intervenir de inmediato para controlar la situación.
Algunos grupos de estudiantes se apostaron frente a varias oficinas de vicerrectorías y la rectoría para manifestar su rechazo a las decisiones de ciertos consejeros, mientras se analiza la posibilidad de un paro estudiantil hasta que se resuelva la elección del rector. Además, un pendón publicitario del candidato Leyton Barrios fue incendiado en la plazoleta del Bloque D, intensificando la tensión en el campus.
El pasado viernes, el Consejo Superior designó a Josefa Cassiani, secretaria general de la universidad, como rectora encargada tras la finalización del periodo de Danilo Hernández. No obstante, la polémica se mantiene mientras se aguarda el pronunciamiento de la Procuraduría frente a las recusaciones por posibles inhabilidades de varios consejeros. El listado de elegibles para la rectoría incluye a Danilo Hernández, Álvaro González, Leyton Barrios, Wilson Quimbayo y Alcides Padilla.
Las directivas universitarias hicieron un llamado a la calma, instando a la comunidad a mantener el diálogo, evitar actos violentos y preservar la integridad de las personas y los bienes institucionales. Se activaron protocolos de seguridad para garantizar la protección de todos en el campus.
Los candidatos también se pronunciaron. Danilo Hernández pidió resolver diferencias mediante la protesta pacífica y la construcción de consensos. Wilson Quimbayo rechazó los actos violentos y destacó que la universidad debe ser un espacio de debate y no de caos. Álvaro González solicitó el acompañamiento de la Defensoría del Pueblo para garantizar la seguridad y los derechos humanos en la institución.
Por su parte, el gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, como presidente del Consejo Superior, condenó los hechos y llamó a la comunidad a respetar la convivencia y los valores democráticos dentro de la universidad.
La incertidumbre continúa, mientras estudiantes y directivos esperan que la próxima sesión del Consejo Superior, con el aval de la Procuraduría, permita avanzar en la elección de un rector para el periodo 2025-2029 y restablecer la calma en la universidad.