Barranquilla despide con tristeza a Joaquín Cervantes, presidente de Asovendedores, quien falleció tras sufrir un infarto. Reconocido por su lucha constante en defensa de los vendedores informales del Centro y del barrio 7 de Abril, su partida deja un profundo vacío en la ciudad.
La noticia fue confirmada por un vecino del dirigente, quien residía en el barrio 7 de Abril, donde también impulsó iniciativas comunitarias y acompañó obras de mejora lideradas por la Alcaldía.
Cervantes fue mucho más que un líder gremial: fue un mediador entre la calle y las instituciones, un hombre que entendía la importancia de dignificar el rebusque y que creía en la organización como herramienta de transformación.
No necesitó una curul ni un cargo público para hacer política desde lo social. Su liderazgo se tejió en el asfalto caliente de las ventas diarias, en los reclamos respetuosos pero firmes ante las autoridades, y en la solidaridad entre quienes luchan por subsistir día a día.
Hoy, los vendedores, comerciantes y vecinos que lo conocieron y lo acompañaron en sus batallas lo recuerdan con admiración. Joaquín Cervantes no se fue del todo: su voz vive en cada esfuerzo colectivo por una ciudad más justa.