Vecinos que residen en los alrededores del arroyo de Rebolo, entre las calles 30 con 21 y calle 17, al suroriente de Barranquilla, vienen denunciando con imágenes y videos el basurero a cielo abierto en el que se ha convertido el afluente.
Plasticos, enseres, electrodomésticos, plasticos y hasta muebles mantienen taponados los desagües del arroyo, generando malos olores y la visita constante de habitantes de la calle que consumen alucinógenos en el lugar.
Pese a los permanentes operativos de limpieza por parte de las autoridades competentes y de la empresa Triple A, los vecinos de la carrera 26 con calle 13, en el barrio Rebolo, aseguran sentirse “preocupados” por la gran cantidad de residuos que son arrojados en el arroyo del sector.
A diario es común a carretilleros y transeúntes arrojar “grandes cantidades” de basura en el cauce del arroyo.
La comunidad del sector urge la intervención de las autoridades ambientales del Distrito, pues la problemática no solo causa daños al medio ambiente, sino también afecta la salud de los niños.