Desde su elección como nuevo rector de la Universidad del Atlántico, el abogado Leyton Barrios Torres no ha tenido un solo momento de tranquilidad.
Y es que la accidentada sesión del Consejo Superior del alma mater que eligió a Barrios como nuevo timonel de la institución presagiaba la crisis que hoy se vive en el centro de estudios superiores.
Cuatro de los miembros del Consejo Superior abandonaron el recinto, lo cual comprometió desde el minuto uno de su periodo la gobernabilidad de Leyton, desencadenando una serie de hechos que hoy comprometen la estabilidad de la universidad.
Asambleas permanentes, protestas, solicitudes de renuncia al nuevo rector, además de demandas que se preparan en contra de su elección por supuestas inconsistencias en los certificados que lo acreditan con la experiencia requerida para el cargo, hacen parte del rosario de situaciones que está sorteando Barrios, quien debe sumar a este complejo panorama la permanente sombra de una posible intervención del Gobierno, haciendo uso de sus facultades de inspección, vigilancia y control, a través del Ministerio de Educación.
“Para nadie es un secreto que Leyton es Char, y eso ha bastado para que no sea del agrado del presidente y del ministro de Educación, quienes tenían candidato propio en el proceso de consulta”, señala una fuente del claustro universitario.
Lo cierto es que, hasta el momento, la llegada del nuevo rector ha sido tan intrascendente en materia de liderazgo y vocería como problemática por el ruido y las malquerencias que ha despertado, dada la división que generó su elección.
Sumado a todo lo anterior, no es descabellado suponer que, en medio de un ambiente tan caldeado, la suerte de Leyton Barrios estuviera echada, pues las posiciones en su contra se han venido acentuando y generando un ambiente cada vez más hostil y poco favorable, que incluso hace suponer que ni siquiera el poder de la casa Char podrá sostenerlo por mucho tiempo, evidenciando que Leyton Barrios es un rector con respaldo político, pero sin la solidez estamentaria que podría conducirlo a terminar como un líder con pies de barro en medio de un torrencial aguacero.









