La empresa Air-e Intervenida sigue apostándole a una transición energética justa y participativa, dándole celeridad a los trámites de conexión de cada solicitud.
En apuesta a garantizar una transición energética justa y participativa en el país, y en cumplimiento a los lineamientos entregados por el Gobierno nacional, la empresa Air-e Intervenida sigue promoviendo acciones estratégicas que permitan un mayor trámite de solicitudes de proyectos de autogeneración de energía en la región.
Es por eso que, respecto al primer semestre de 2024, la radicación de estos proyectos se incrementó hasta en un 60%, teniendo en cuenta que la compañía, durante este mismo periodo en 2025, ha recibido alrededor de 2.200 solicitudes, frente a las 1.305 del año inmediatamente anterior.
Dentro de los esfuerzos a resaltar se encuentran, entre otros temas, el nuevo equipo de profesionales que ha venido apoyando al personal de planta, permitiendo de esta manera dar respuesta de manera oportuna y eficaz.
Como resultado de la gestión que adelanta la compañía, un total de 1.686 usuarios ya se encuentran generando su propia energía en los departamentos donde la empresa suministra la energía, distribuidos de la siguiente manera: Atlántico (1.207); Magdalena (368); y La Guajira (111).
Por otra parte, 2.570 solicitudes aún se encuentran en procesos de trámite, relacionados con la legalización de conexión, siendo el Atlántico el departamento con el mayor número de estas (1.612); seguido del Magdalena (642); y La Guajira (316).
La compañía se encuentra comprometida con sus más de 1.3 millones de usuarios, para lo que ha venido redoblando esfuerzos que permitan, no solo mejorar la calidad en el suministro eléctrico, sino también reducir los costos asociados al recibo de la energía, facilitando que tanto familias como empresas e industrias generen su propia energía.
La transición energética se ha convertido en uno de los ejes más visibles del gobierno y su apuesta es acelerar el paso hacia fuentes limpias como la solar y la eólica, con el objetivo de reducir la dependencia de los combustibles fósiles y cumplir los compromisos climáticos internacionales.
El compromiso no solo es ambiental, sino económico porque busca diversificar la matriz productiva del país y abrir espacios de inversión y empleo en el sector de energías renovables.
Sin duda, el respaldo a la transición energética significa una herramienta de justicia social y desarrollo regional, más allá de un simple cambio en la forma de producir energía.