La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en Colombia aseguró este jueves que la primera sentencia restaurativa de la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), contra 12 exmilitares colombianos por crímenes de guerra y de lesa humanidad, “contribuye a superar posturas negacionistas”.
“Esta sentencia contribuye a superar posturas negacionistas sobre graves violaciones de derechos humanos, que revictimizan a las víctimas y provocan más dolor en sus vidas”, afirmó la Oficina en un comunicado.
La JEP condenó hoy a doce exmilitares colombianos a penas restaurativas de entre cinco y ocho años por crímenes de guerra y de lesa humanidad como máximos responsables de 135 asesinatos cometidos en el norte del país entre 2002 y 2005, en el conflicto armado colombiano.
En ese sentido, el representante en Colombia del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Scott Campbell, afirmó que “la articulación y la incorporación de los saberes propios y el diálogo con los sistemas de justicia étnicos en el marco de la justicia transicional resultan esenciales para la dignificación y restauración de sus derechos”.
La Jurisdicción Especial para la Paz fue creada tras la firma del acuerdo de paz entre el Gobierno colombiano y las desmovilizadas guerrillas de las FARC en 2016.
La oficina de la ONU destacó que la sentencia reconoce “la victimización individual y colectiva que sufrieron de manera desproporcionada los pueblos indígenas Wiwa y Kankuamo (caribe) y los consejos comunitarios Kusuto MaGende y José Prudencio Padilla y sus territorios”.
Los condenados, todos miembros del Batallón de Popa, son responsables de 135 asesinatos cometidos en el norte del país. El fallo ordena su participación en proyectos como la construcción y el mantenimiento de memoriales y centros culturales, o su apoyo en obras de infraestructura y adecuación de espacios productivos, en colaboración directa con comunidades indígenas y afrodescendientes.
EFE