Alejandro Gaviria, un experto en el contenido y el potencial impacto de la reforma a la salud propuesta por Gustavo Petro, debido a su experiencia como Ministro de Salud durante más de seis años en el gobierno de Juan Manuel Santos y su participación en la administración actual, se pronunció tras la controvertida sesión de la Cámara de Representantes el 10 de octubre.
Después de la aprobación de 35 artículos de la reforma a la salud en una sesión extendida hasta la medianoche con la mitad del quórum, Gaviria expresó su preocupación por la aparente falta de planificación y claridad en el funcionamiento del sistema propuesto, especialmente en lo que respecta a las funciones de intermediación que se otorgarían a las EPS.
En sus palabras, Gaviria afirmó: “La improvisación de la reforma a la salud es alarmante, y la falta de claridad sobre quién desempeñará qué funciones es un problema grave. Podría resultar en un premio inmerecido para las EPS, quienes recibirían el 8% del gasto por su papel como intermediarios en el sistema”.
Además, Gaviria criticó fuertemente la actuación de las mayorías en la Cámara durante la discusión, calificándola como una “vergüenza” y sugiriendo que pareciera que no tienen en cuenta el interés del país en este asunto. Para él, la reforma se asemeja a un “Frankenstein terrible” en su estado actual.
Desde la noche de este lunes, 9 de octubre, cuando el Congreso avanzaba en la aprobación de la iniciativa, Gaviria escribía en su cuenta personal de X, anteriormente Twitter.
“La reforma a la salud entregaría la función de compra del sistema al Ministerio de Salud, entidad que no tiene las capacidades para desempeñar esta función. Probablemente, tendrá que salir a contratar de afán a aquellas EPS que hayan logrado sobrevivir. Historia conocida: basuras, pasaportes, etc”, afirmó.
Además, Gaviria lanzó una fuerte advertencia.
“Se vienen dos crisis fuertes: un apagón eléctrico y otro de salud. El Gobierno, en lugar de administrar estos problemas (que son difíciles, requieren diálogo permanente y adaptación a desafíos cambiantes) recurre a una narrativa conocida, al espejo retrovisor, a la denuncia del modelo neoliberal. No existe ni siquiera un borrador de la transición que quieren llevar a cabo. Solo la reiteración de un discurso y la manifestación de una voluntad de cambio. Voluntad y teatro como sustitutos de la tarea de gobernar”.
La discusión y aprobación de la reforma a la salud se reanudará a las 9:30 a.m. en la Cámara de Representantes porque aún faltan por aprobar 120 artículos del proyecto.
En la noche de este lunes, contra todo pronóstico, el ministro del Interior, Luis Fernando Velasco, garantizó el quórum necesario para aprobar los primeros 35 artículos. La mitad de los congresistas de La U, el Partido Liberal, el Pacto Histórico, Comunes, el grueso de la Alianza Verde, entre otros, le ayudaron al Gobierno a lograr la aprobación de la iniciativa.
Este martes, por ejemplo, se discutirán los temas más sensibles, entre ellos, el futuro de las Empresas Prestadoras de Salud (EPS). De entrada, está claro que el gobierno tiene los votos suficientes para que la reforma salga triunfante.
Sin embargo, nadie sabe qué puede ocurrir porque a las 11:37 p. m. de este lunes, cuando los congresistas se disponían a aprobar un bloque de 17 artículos, siete representantes se ausentaron y desbarataron el quórum.