La víctima, Antonio Cuadros, habría sido quien llevó el dinero para la liberación del niño hasta Jamundí, según informes preliminares.
El personero de Cali, Gerardo Mendoza, confirmó que este jueves, pocas horas después de la liberación de Lyan Hortúa en zona rural de Jamundí, fue asesinado Antonio Cuadros, primo de Joshua Suárez, padrastro del menor.
Sobre el caso, se conoció que el hecho de sicariato ocurrió en la calle 9E con 23, cuando hombres armados dispararon contra una pareja. El hombre, quien sería Antonio Cuadros, murió en el lugar, mientras que la mujer, de 54 años, resultó herida.
El asesinato, según el representante del ente de control público, ocurrió en el barrio Bretaña, de Cali. El funcionario también señaló que habría sido este hombre quien entregó el dinero para la liberación de Lyan: “Se dice por parte de los familiares que fue él quien entregó el dinero para la liberación”.
De acuerdo con ese relato, habría sido Cuadros quien recogió el dinero y lo llevó hasta Jamundí para entregarlo a las disidencias Jaime Martínez.
El personero también aseguró que caminó con Antonio Cuadros buscando la liberación del menor: “Con Antonio caminé, levanté mi mano y voz exigiendo la liberación”.
Mendoza,, señaló que: “Lo triste es que ayer celebrábamos la liberación de Lyan, celebrábamos la vida y hoy esta situación enluta lo que ayer fue festejo y, por demás, condeno como personero de Cali, como garante de los derechos humanos, la muerte, el asesinato de esta persona con quien de alguna manera participé en diferentes actividades buscando la liberación de Lyan. No podemos permitir que la muerte haga carrera en el territorio”.
El funcionario recalcó el papel de Cuadros en la liberación de Lyan: “Escuché de la familia que estaba en el sitio de los hechos que Antonio, al parecer, fue quien medió en la entrega del dinero para la liberación del niño. Eso será motivo de esclarecimiento por parte de la autoridad”.
El asesinato de este hombre ocurre en medio de revelaciones que involucran a la familia de Lyan con supuestas deudas millonarias a capos del Valle del Cauca. De acuerdo con estos testimonios, al niño no se lo llevó la disidencia Jaime Martínez con fines extorsivos, sino que ese grupo criminal —presuntamente— estaba cumpliendo un encargo del poderoso capo Diego Rastrojo, quien habría pagado para secuestrar a Joshua Suárez, padrastro de Lyan, o a Angie Bonilla, su madre.
Para resumir la historia: Angie Bonilla, presuntamente, habría sido testaferra del extraditado capo, así como de su expareja sentimental y padre de Lyan, José Leonardo Hortúa, alias Mascota, quien era el heredero de Diego Rastrojo y que fue asesinado en Cali en el año 2013, poco antes del nacimiento del niño.
Según la versión en poder de las autoridades, alias Mascota y Diego Rastrojo habrían dejado dinero y propiedades lujosas a cargo de Angie Bonilla. Pero con la muerte del primero y la captura —y extradición— del segundo, ese botín presuntamente pasó a manos de terceros.
“Todo transcurrió en calma hasta que Diego Rastrojo, supuestamente, habría mandado a pedir cuentas a varios de sus poderosos alfiles que regresaron al Valle del Cauca. “La plata y los bienes no estaban”, dijo una fuente oficial cercana a la investigación.
Ante ese supuesto desfalco, Los Rastrojos habrían contratado a la disidencia Jaime Martínez, de las Farc, para secuestrar al padrastro o la madre de Lyan con el fin de presionar el pago de esa deuda. Pero los secuestradores terminaron llevándose al niño de su lujosa casa campestre en Jamundí al no encontrar a sus objetivos originales.