Ruhal Hernández, vicepresidente de la Junta de Acción Comunal del caserío Villa Colombia, en el municipio de Jamundí (Valle del Cauca), fue asesinado este miércoles en un hecho que ha causado alarma entre las comunidades rurales del suroeste colombiano.
Según relataron testigos a medios internacionales, hombres armados lo sacaron de su vivienda y lo obligaron a desplazarse en su motocicleta hasta un sector conocido como ‘El Descanso’, donde le dispararon en múltiples ocasiones. Aunque campesinos intentaron brindarle ayuda, Hernández falleció en el lugar.
La zona donde ocurrió el crimen es considerada estratégica por grupos armados ilegales. Según Indepaz, allí opera la estructura Jaime Martínez, parte del Estado Mayor Central, disidencia de las antiguas FARC liderada por alias Iván Mordisco. En el pasado reciente, esta organización ya había sido señalada por instrumentalizar a comunidades en medio de enfrentamientos con la Fuerza Pública.
El director de Indepaz, Leonardo González Perafán, recordó que la Defensoría del Pueblo había emitido alertas tempranas por el riesgo que enfrentan los líderes sociales de la región, debido a la presión armada y los conflictos territoriales. Ruhal Hernández habría sido blanco de amenazas por su oposición a estas acciones.
Este hecho se suma al asesinato, el 1 de julio de 2024, de Yeri Edwin Gaitán, quien también presidió la misma Junta de Acción Comunal. Con el crimen de Hernández, Indepaz registra al menos 95 líderes sociales asesinados en lo que va del 2025 en el país.