La Cancillería de Colombia ordenó a la Oficina de Control Disciplinario Interno abrir una investigación con el fin de establecer las posibles responsabilidades del encargado de negocios y de otros funcionarios de la Embajada de Colombia en Nicaragua, tras conocerse la participación de Carlos Ramón González en una fiesta privada realizada en ese país.
De acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores, la indagación busca esclarecer las circunstancias en las que el prófugo de la justicia colombiana participó en dicha actividad y si existió algún tipo de omisión, complicidad o actuación irregular por parte de funcionarios diplomáticos.
La Cancillería informó que pondrá en conocimiento de esta investigación a la Procuraduría General de la Nación, con el propósito de que asuma el control de los datos y elementos probatorios, y determine eventuales responsabilidades disciplinarias derivadas de estos hechos.
El proceso se adelanta en el marco de los mecanismos de control institucional y de la obligación del Estado colombiano de garantizar el cumplimiento de la ley y la transparencia en el servicio diplomático.









