Un hecho de crueldad animal registrado en Ocaña, Norte de Santander, generó rechazo ciudadano y pronunciamientos de organizaciones defensoras. El pasado 15 de septiembre, en la plazoleta 29 de Mayo, un hombre fue sorprendido cuando agredía a varias palomas, ocasionándoles la muerte en plena vía pública.
El individuo, identificado como Ronald Stiven Trigos Rodríguez, fue capturado en flagrancia por la Policía Nacional después de acabar con la vida de al menos dos aves. La Fiscalía le imputó el delito de maltrato animal agravado, cargos que no aceptó, y un juez de control de garantías ordenó medida de aseguramiento intramural.
De acuerdo con testigos, el señalado habría repetido este tipo de comportamientos en otras ocasiones en el mismo sector, por lo que el número de animales afectados podría ser mayor. Líderes animalistas y la senadora Andrea Padilla recordaron que la Ley 1774 de 2016 contempla sanciones de hasta 36 meses de prisión y multas económicas por este tipo de actos.
Fuentes cercanas informaron que el hombre sería paciente psiquiátrico, situación que deberá ser evaluada por las autoridades para determinar su responsabilidad penal. El caso reavivó el debate sobre la protección animal en Colombia y la necesidad de fortalecer las medidas de prevención y educación ciudadana frente a la crueldad hacia los animales.