El colegio Gimnasio Campestre Los Laureles, donde estudiaba Valeria Afanador —la menor encontrada sin vida en el río Frío, en Cajicá—, reportó haber recibido una serie de amenazas a través de un grupo de WhatsApp institucional. Los mensajes contenían advertencias como “Voy a encender en llamas a ese colegio”, “La muerte de Valeria no quedará impune” y “Merecen pagar en vida lo que hicieron”, lo que encendió las alarmas entre directivos y autoridades.
La situación fue revelada por el abogado de la familia de la niña, Francisco Bernate, quien señaló que la Fiscalía debe actuar con urgencia: “La Fiscalía tiene la obligación no solo de proteger a las autoridades del colegio que son objeto de esta amenaza, sino también poner tras las rejas a esa persona de inmediato”.
El abogado también aclaró que, a su juicio, las amenazas no provienen de los familiares de Valeria. De hecho, su padre debió cambiar de residencia tras recibir intimidaciones en semanas anteriores.
A más de tres meses de la muerte de la menor, el caso sigue sin resolverse. La familia ha denunciado demoras en la investigación y asegura sentirse en una “incertidumbre total” por la falta de avances. Las autoridades, entre ellas la institución educativa, iniciaron las verificaciones correspondientes para identificar el origen de los mensajes y garantizar la seguridad de su comunidad.








