La jornada inicial del paro nacional convocado por organizaciones sindicales y sociales para respaldar la reforma laboral y exigir una consulta popular, se desarrolló con una afluencia menor a la esperada en varias ciudades del país, especialmente en Bogotá.
Desde las 9:00 de la mañana, hora prevista para el inicio de las movilizaciones, cerca de 150 personas, en su mayoría sindicalistas y estudiantes, se congregaron en el Parque Nacional, tradicional punto de partida de las marchas capitalinas. A medida que avanzó el día, otros grupos se sumaron al recorrido por la carrera Séptima hasta llegar a la Plaza de Bolívar.
A pesar del ambiente pacífico y festivo, representantes de los convocantes señalaron que la asistencia estuvo por debajo de las proyecciones iniciales, que estimaban entre 5.000 y 6.000 participantes.
La marcha fue promovida principalmente por la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), la Confederación General del Trabajo (CGT), la Federación Colombiana de Educadores (Fecode), el Sindicato de Trabajadores de ONGs (SintraONGS) y el partido oficialista Pacto Histórico. También se observó la presencia de diversas expresiones sociales y políticas, que incluyeron mensajes de solidaridad internacional.
El presidente Gustavo Petro aclaró en redes sociales que la convocatoria no fue realizada directamente por el Gobierno, sino por las centrales obreras y organizaciones sociales. “El paro es convocado por las centrales obreras y la coordinadora popular. Dejen de desinformar”, escribió en su cuenta de X (antes Twitter).
La protesta surgió como respuesta al archivo de la propuesta de realizar una consulta popular sobre la reforma laboral, iniciativa impulsada por el Ejecutivo y rechazada por el Senado. En medio de este panorama, los organizadores anunciaron una nueva jornada de paro nacional para el próximo 11 de junio.
“Necesitamos una legislación laboral actualizada y más justa”, expresó Percy Oyola, presidente de la CGT, quien insistió en que la ciudadanía debe tener la posibilidad de participar en las decisiones sobre las reformas estructurales del país.
Mientras tanto, en el Congreso la reforma laboral avanza por otro camino: la Comisión Cuarta del Senado aprobó el articulado, que ahora debe superar un último debate y el proceso de conciliación antes de pasar a sanción presidencial.