El atentado contra el senador y precandidato presidencial Miguel Uribe Turbay ha generado una fuerte preocupación en el Congreso y en la opinión pública. El ataque, perpetrado por un menor de edad durante un evento político en Bogotá, ha reavivado el debate sobre las garantías para los líderes de oposición y la creciente polarización política en Colombia.
Mientras Uribe permanece en estado crítico en la Fundación Santa Fe, varios congresistas han advertido sobre el temor de nuevos atentados. Julio César Triana, representante a la Cámara por Cambio Radical, aseguró que muchos legisladores están considerando sacar a sus familias del país ante la falta de seguridad. “Lamentablemente estamos pensando hasta en eso. Sería una noticia triste para el país”, declaró en entrevista con Semana.
Triana criticó la falta de liderazgo del presidente Gustavo Petro frente a esta crisis y cuestionó su actitud frente a la oposición. “Nunca habíamos sentido tanta lejanía ni tanto desprecio del Gobierno como en esta administración. Petro fue opositor por décadas, pero ahora no garantiza la vida de quienes piensan diferente”, afirmó.
También expresó preocupación por la invitación del presidente a un diálogo en la Casa de Nariño, señalando que el Gobierno debió anticiparse con una agenda clara. “Petro debería comprometerse públicamente a moderar su lenguaje. Eso también incita a la violencia”, dijo.
Por su parte, Duvalier Sánchez, representante de la Alianza Verde, destacó que la seguridad de los opositores es esencial para el funcionamiento de la democracia. Denunció lentitud en las respuestas de la Unidad Nacional de Protección (UNP) y alertó sobre posibles sesgos ideológicos en la asignación de esquemas de seguridad.
“El Estado debe garantizar la vida sin importar las ideas políticas. No se puede jugar con eso”, manifestó.
El atentado y sus repercusiones han llevado a que algunos legisladores comparen la situación actual con la vivida por opositores en Venezuela, que se vieron obligados a abandonar el país por persecución política.
El ambiente en el Congreso es de tensión e incertidumbre, mientras se multiplican los llamados a la reconciliación, el respeto y el fortalecimiento de la seguridad para todos los actores políticos del país.