El exalcalde de Medellín, Daniel Quintero, anunció este lunes su aspiración presidencial mediante un comité por firmas, en un movimiento que marca su independencia frente a los partidos tradicionales y al mismo Pacto Histórico. La inscripción se realizará ante la Registraduría Nacional, y la campaña llevará por lema: “Reset Total Contra el Narco y los Corruptos”.
La decisión llega tras la consulta interna del Pacto Histórico, de la que Quintero decidió retirarse a última hora por posibles riesgos jurídicos que podrían afectar su participación en la consulta del Frente Amplio programada para marzo de 2026. A pesar de su renuncia, obtuvo 145.558 votos, que quedaron sin validez.
Según la normativa vigente, los aspirantes por firmas tienen hasta el 17 de diciembre para presentar los apoyos ciudadanos. Quintero deberá recolectar alrededor de 630.000 firmas, equivalente al 3 % del total de votos válidos de las elecciones presidenciales de 2022. La Registraduría contará con tiempo hasta el 21 de enero de 2026 para validar los respaldos y certificar si cumple con el requisito mínimo.
Aunque se retira de la consulta presidencial de la izquierda, Quintero mantiene influencia en el Senado a través de Laura Cristina Ahumada, su candidata apoyada. Ahumada obtuvo 68.940 votos, quedando solo detrás de Carmen Patricia Caicedo (74.982) y delante de Aida Avella (50.120), consolidando así un aliado estratégico para reforzar su base política.
Quintero ha enfatizado que su candidatura busca ofrecer una alternativa independiente, transparente y directa, rompiendo con las estructuras políticas tradicionales y enfocándose en combatir el narcotráfico y la corrupción. Su anuncio genera un nuevo frente de competencia electoral en Colombia, colocando al exalcalde como un candidato disruptivo capaz de atraer tanto a electores independientes como a sectores descontentos con la izquierda tradicional.
Con este movimiento, Daniel Quintero se perfila como uno de los protagonistas clave en la carrera presidencial de 2026, transformando la dinámica política y desafiando el tablero electoral antes de que comience formalmente la contienda.









