Durante el año de intervención del Gobierno nacional a la EPS Sanitas, la deuda de la entidad con clínicas y hospitales aumentó en más de $300.000 millones, según datos de la Asociación de Clínicas y Hospitales recopilados por Blu Radio.
En diciembre de 2023, cuando se decretó la intervención, Sanitas adeudaba $985.927 millones a la red de prestadores. Para diciembre de 2024, la cifra ascendió a $1,32 billones, es decir, un incremento de $334.625 millones en un año.
Jorge Toro, director de la Unión de IPS, explicó que el deterioro financiero se acentuó por los cambios en la red de servicios ordenados por el Gobierno, que excluyeron contratistas y redujeron remisiones de pacientes, afectando los ingresos de clínicas y hospitales, los cuales solo atendían urgencias en algunos casos.
“Por cada $100 facturados, en el mejor de los casos recibíamos $60 o $70 por giro directo. La deuda vieja quedó congelada y sin solución”, denunció Toro, quien estima que la deuda de Sanitas, sumando cartera antigua y corriente, oscila entre $1,5 y $2 billones de pesos, según reportes de la Superintendencia de Salud.
La reciente decisión judicial que devuelve la administración de Sanitas al Grupo Keralty genera inquietud en el sector prestador, ya que un proceso de empalme podría congelar temporalmente pagos y autorizaciones, prolongando la crisis financiera de clínicas y hospitales.
“El deterioro fue evidente desde la intervención, no solo con Sanitas, sino con todas las EPS intervenidas”, concluyó Toro.