Los soldados profesionales Ángel González Garcés y Édgar Mina Carabalí fueron secuestrados el lunes en zona rural de la vereda Getsemaní, en el municipio de La Macarena (Meta). El hecho fue atribuido por el Gobierno a una disidencia de las FARC.
El ministro de Defensa, Pedro Arnulfo Sánchez, rechazó “de manera categórica” el secuestro y señaló que los uniformados se encontraban apoyando a autoridades judiciales cuando fueron interceptados, obligados a vestir de civil y llevados a un lugar desconocido.
El funcionario calificó el hecho como una grave violación a los Derechos Humanos y al Derecho Internacional Humanitario, además de un “atentado contra la institucionalidad y la seguridad del país”.
Según Sánchez, el secuestro habría sido perpetrado con apoyo de personas vinculadas a la estructura liderada por alias “Calarcá”, jefe del denominado Estado Mayor de Bloques y Frentes, lo que evidencia una “alianza criminal” que impacta a las comunidades con hechos de violencia.
El ministro aseguró que la Fuerza Pública adelanta acciones para lograr la liberación de los soldados y afirmó que no se permitirá que el país “regrese a la violencia del pasado”.




