Las repercusiones por las revelaciones del informe de alias ‘Calarcá’ siguen escalando y ahora alcanzan el plano internacional. Tras conocerse denuncias que involucrarían a un alto mando militar y a un funcionario de la Dirección Nacional de Inteligencia (DNI) en supuestas filtraciones de información sensible a disidencias de las Farc, el Gobierno de Estados Unidos pidió a Colombia esclarecer de fondo estos hechos.
El Departamento de Estado confirmó que está al tanto del contenido del informe que menciona al general (r) Juan Miguel Huertas —a quien el presidente Gustavo Petro reintegró al Ejército tras su retiro— y a Wilmer Mejía, director de Inteligencia, como presuntos partícipes en un entramado de entrega de información a estructuras armadas ilegales. Para Washington, las denuncias ameritan una investigación profunda por parte de las autoridades colombianas.
“Estamos al tanto de los informes que alegan vínculos entre altos funcionarios de la Administración Petro y disidentes de las FARC designados como organización terrorista extranjera (FTO). Dada nuestra histórica y estrecha cooperación en materia de seguridad, instamos a la Administración Petro, a la Fiscalía General de la Nación y a otras instituciones colombianas a investigar a fondo estas denuncias y tomar todas las acciones correspondientes”, señaló un portavoz del Departamento de Estado.
El pronunciamiento llega en medio de un ambiente de tensión, luego de que también se conociera la inclusión del presidente Gustavo Petro en la Lista Clinton, y coincide con la creciente presión política interna por esclarecer el origen y el alcance de las supuestas filtraciones.
La respuesta de Petro
El presidente Gustavo Petro negó categóricamente cualquier vínculo de su administración con alias ‘Calarcá’ y calificó como falsas las denuncias divulgadas. Según el mandatario, los reportes que señalan infiltraciones en organismos de seguridad provendrían de “versiones manipuladas” y atribuyó su origen a la CIA, a la que acusó de influir en la opinión pública con información de dudosa procedencia.
“La fuente del periodista es la CIA, que tiene la costumbre de tender redes para afectar a la opinión pública de acuerdo con los intereses de su Gobierno”, dijo Petro. Afirmó además que, aunque ha sostenido reuniones informativas con la agencia estadounidense, esta clase de reportes deben tratarse con cautela.
El jefe de Estado también sostuvo que los presuntos vínculos en las Fuerzas Militares deben ser investigados, pero advirtió que esta situación estaría siendo usada políticamente por sectores que, según él, “denuncian desde hace mucho tiempo la corrupción en la fuerza pública”.
Estas denuncias han provocado un amplio debate nacional e internacional. De comprobarse, representarían un impacto significativo para la política de “Paz Total” y para la estabilidad del gobierno. Por ahora, Estados Unidos insiste en que Colombia debe actuar con celeridad para aclarar los hechos y adoptar las medidas correspondientes.









