La familia Carranza Medina presentó una denuncia formal ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) por la muerte de Alejandro Andrés Carranza Medina, ocurrida el 15 de septiembre durante un ataque aéreo ejecutado por fuerzas militares de Estados Unidos en aguas del Caribe. El caso, revelado por The Guardian, se convierte en la primera queja registrada contra los bombardeos ordenados por la administración Trump contra embarcaciones señaladas de narcotráfico.
El documento fue radicado por el abogado de derechos humanos Dan Kovalik, quien también representa al presidente Gustavo Petro en su proceso ante la lista Clinton. En la petición, se afirma que Carranza Medina fue “asesinado ilegalmente” luego de que su embarcación fuera bombardeada pese a que las autoridades estadounidenses desconocían la identidad de quienes viajaban a bordo.
Kovalik señala en la denuncia que, según reportes periodísticos, “Pete Hegseth, secretario de Defensa de EE. UU., fue responsable de ordenar el bombardeo” y que el propio funcionario habría admitido haber impartido las órdenes sin verificar quiénes eran los ocupantes de las lanchas.
“Apenas hemos comenzado” los ataques
Los bombardeos, iniciados en septiembre, ya dejan más de 80 muertos en el Caribe y el Pacífico. Esta cifra ha encendido alertas internacionales sobre posibles ejecuciones extrajudiciales. No obstante, el secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, defendió la estrategia asegurando que su país “apenas ha comenzado” la ofensiva contra lo que denomina “narcoterroristas”.
“Apenas hemos comenzado a atacar barcos narco y a enviar a los narcoterroristas al fondo del océano porque han estado envenenando al pueblo estadounidense”, afirmó Hegseth durante una reunión de gabinete. Añadió que la ofensiva tuvo una “pequeña pausa” debido a la falta de embarcaciones para atacar, lo cual, según él, sería muestra del efecto disuasivo de la estrategia.
Pentágono sostiene que las acciones son legales
La portavoz del Pentágono, Kingsley Wilson, defendió que los ataques cumplen con la legalidad internacional porque, según su versión, las personas que viajan en las lanchas bombardeadas “son terroristas” ya identificados por los servicios de inteligencia.
Según Wilson, Estados Unidos conoce “lo que transportan, de dónde vienen y adónde van”, y afirma que su destino final es llevar drogas a costas norteamericanas, causando muertes y daños entre la población.
Movimientos militares en Panamá
Mientras crece la preocupación internacional por los bombardeos, medio centenar de marines estadounidenses realizaron este martes ejercicios de combate en la base de Sherman, en el Caribe panameño. Las maniobras, ejecutadas junto a policías de ese país, simularon operaciones de rescate en medio de tensiones entre Estados Unidos y Venezuela.
Las prácticas se llevaron a cabo un día después de que el presidente Donald Trump se reuniera con su Consejo de Seguridad Nacional para discutir la crisis con Caracas. Consultado sobre si estos entrenamientos estarían relacionados con una posible intervención militar en Venezuela, el capitán estadounidense Nelson Marchan dijo desconocer ese extremo.









