La Fiscalía General de la Nación compulsó copias para investigar la actuación del general Federico Mejía y de varias unidades militares por hechos ocurridos el 31 de enero de 2024, cuando tropas de la Brigada Contra el Narcotráfico Nº 3 liberaron a un traficante capturado con cerca de 4,5 kilos de base de coca, por orden del alto oficial.
El hombre había sido detenido en flagrancia por un suboficial mientras transportaba la droga en una motocicleta. Durante el procedimiento, se dispuso su traslado en un helicóptero militar hacia Popayán. Sin embargo, al llegar a la base, el general Mejía habría asumido funciones de policía judicial y ordenó movilizar una aeronave desde Cali para devolver al capturado —junto con el cargamento de droga— al mismo lugar donde había sido detenido, una zona con fuerte presencia de disidencias de las FARC.
De acuerdo con documentos conocidos por Caracol Radio, el general Mejía presentó luego un informe justificando su decisión ante el comandante del Ejército, alegando razones de seguridad y posibles afectaciones al Derecho Internacional Humanitario. Señaló que más de 200 pobladores rodearon a las tropas, que hubo amenazas de secuestro contra el comandante del pelotón y que la guardia campesina aseguraba que la base de coca incautada era “su única fuente de ingreso”.
Pese a esta versión, la Fiscalía solicitó establecer si las órdenes impartidas por Mejía y otros oficiales constituyen conductas delictivas. La fiscal Antury Meneses pidió asignar un nuevo número de noticia criminal o incorporar el caso a una investigación en curso. Entre los delitos que deben ser evaluados están asonada, posible secuestro y constreñimiento ilegal.
El ente acusador también incluyó testimonios de los comandantes de la operación, quienes afirmaron que fueron presionados para no continuar con el traslado aéreo del detenido hacia Popayán.
El caso abre un nuevo capítulo en las investigaciones sobre el general Mejía y el manejo de operaciones militares en zonas bajo influencia del frente Carlos Patiño.









