Este 24 de octubre, el director de La W, Julio Sánchez Cristo, confirmó que el presidente Gustavo Petro pidió la renuncia al ministro de Justicia, Eduardo Montealegre.
Según pudo confirmar Sánchez Cristo, esta decisión se produce por la disputa entre Montealegre y el procurador Gregorio Eljach, ocurrida días atrás.
Además, es preciso recordar que la senadora Paloma Valencia, del Centro Democrático, anunció el pasado 23 de octubre la radicación de un debate de moción de censura al ministro Montealegre por el anuncio de un proyecto para convocar a una Constituyente.
Recientemente, Montealegre solicitó medidas cautelares ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para evitar que los procesos disciplinarios iniciados por el procurador Gregorio Eljach en su contra limitaran su libertad de expresión y su derecho a la igualdad ante la ley.
A través de una carta pública, Montealegre había asegurado que la petición busca proteger sus derechos a la libertad de expresión, integridad moral y psíquica e igualdad, consagrados en la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Según dijo en el documento, los procesos emprendidos por el procurador Eljach en su contra son “infundados e improcedentes” y agregó que esta situación afecta a todas las personas bajo control disciplinario, generando “miedo” y “autocensura”.
“Presidente, cuídese mucho, en Palacio hay traidores”: esta es la carta de renuncia de Eduardo Montealegre

¿Por qué están enfrentados Eduardo Montealegre y Gregorio Eljach?
En las últimas semanas, la Procuraduría abrió dos investigaciones contra el ministro Eduardo Montealegre.
La primera investigación surgió por una queja del abogado Germán Calderón España, del movimiento ‘Defensores de la Patria’, quien lo señaló de presunta participación en política por sus comentarios sobre la eventual candidatura presidencial de Abelardo de la Espriella.
El segundo proceso se inició tras una denuncia del expresidente Álvaro Uribe, quien acusa a Montealegre de promover mensajes de odio e información falsa en medio del proceso judicial en su contra, caso en el cual el ministro figura como víctima reconocida por la justicia.
Lo que comenzó como una investigación por declaraciones en prensa se transformó en un enfrentamiento total entre el ministro de Justicia y el procurador general. El conflicto se intensificó el pasado 7 de octubre, cuando la Procuraduría abrió la investigación formal por participación indebida en política.
El detonante fue una entrevista que el ministro concedió tres días antes, en la que calificó la aspiración presidencial de De la Espriella como “caricaturesca” y “cantinflesca”. En esa misma entrevista, Montealegre señaló al abogado de ser un “abogado de la mafia” sin “formación intelectual y ética” para gobernar.
La respuesta de Montealegre fue anunciar una denuncia penal contra el procurador Eljach por el presunto delito de prevaricato. El ministro acusó a Eljach de conformar una “tenaza” junto a De la Espriella con el único objetivo de “amordazarlo” y silenciarlo.
Para sustentar su acusación de extralimitación de funciones, Montealegre desempolvó un episodio del pasado. Recordó que, durante su periodo como fiscal general de la Nación, él mismo investigó a Eljach por un presunto acto de corrupción.
Según el ministro, cuando Eljach se desempeñaba como secretario del Senado, intentó hacer “lobby” en el Congreso para favorecer al entonces magistrado de la Corte Constitucional, Jorge Pretelt, quien finalmente resultó condenado por corrupción. Montealegre afirmó que Eljach “no tiene ninguna autoridad ética” para investigarlo y que, por ese antecedente, debió declararse impedido. “En su momento fui su juez”, sentenció el ministro.
La ofensiva de Montealegre continuó con una solicitud formal a la Fiscalía General de la Nación para que investigue el patrimonio de Gregorio Eljach. El objetivo es determinar si el procurador incurrió en enriquecimiento ilícito o si recibió “beneficios económicos” de Abelardo de la Espriella.
El ministro expuso su teoría sobre la existencia de una “troika” (Pretelt, De la Espriella y Álvaro Uribe) que, según él, está detrás de la investigación en su contra. Argumentó que existe un “patrón común de actuaciones” de Eljach para favorecer a estas figuras, recordando que el procurador también pidió la absolución de Uribe en el proceso por presunta manipulación de testigos.
Ante la avalancha de señalamientos, la reacción del procurador Eljach fue escueta. Se limitó a decir que no acostumbra a dar pronunciamientos sobre temas de su competencia, pero añadió una frase: “en su momento Colombia sabrá lo que hay detrás de esto”.
Paralelamente, el jefe del Ministerio Público recibió respaldo político. Un nutrido grupo de congresistas, entre ellos el presidente del Senado, Lidio García, firmó una constancia para rechazar las que calificaron como “afirmaciones calumniosas e injuriosas” del ministro de Justicia. Los senadores afirmaron que los pronunciamientos de Montealegre “lesionan la honra y el buen nombre” de Eljach y constituyen “un agravio a la institucionalidad”.
La respuesta del ministro a este respaldo fue desafiante: “Ellos eligieron a Eljach (…), Dios los cría y ellos se juntan”. En una entrevista radial, Montealegre vaticinó: “Creo que se va primero el procurador general de su cargo, que yo como ministro de Justicia, porque soy un hombre transparente y no tengo rabo de paja”.
Este no es el primer choque público del ministro. A principios de octubre, sostuvo un agrio enfrentamiento verbal con su colega del Interior, Armando Benedetti, en el chat del gabinete, a quien llamó “fantoche”, “arrogante” y “corrupto”. Asimismo, a finales de septiembre, arremetió contra el presidente de la Corte Constitucional, Jorge Enrique Ibáñez, a quien tildó de “politiquero”.









