En el Cañón del Micay, disidencias exigen participación en protestas contra la fuerza pública, cobrando hasta $500.000 a quienes se nieguen.
La presión de las disidencias de las Farc sobre las comunidades del sur del Cauca sigue en aumento. Inteligencia militar identificó que alias ‘Faiber’, cabecilla de una compañía de la ‘Carlos Patiño’, está detrás de las amenazas.
Según pudo identificar inteligencia militar, integrantes de la compañía ‘Fray León’, perteneciente a la estructura ‘Carlos Patiño’ de las disidencias de las Farc, están obligando a los habitantes de los municipios de Cañón del Micay a participar en protestas contra la Fuerza Pública, bajo amenazas y la imposición de multas económicas.
De acuerdo con información confirmada por fuentes de inteligencia, los cabecillas de esta estructura ilegal, entre ellos alias ‘Faiber’, han ordenado a los pobladores de municipios como Patía y El Tambo sumarse a las movilizaciones que rechazan la presencia del Ejército y otras instituciones de seguridad en la zona. Quienes se nieguen a participar en dichas protestas, deben pagar hasta 500.000 pesos o realizar trabajos forzados para los grupos armados.
La situación ha generado preocupación entre las autoridades, ya que muchas de estas manifestaciones, que aparentemente surgen de la “indignación popular”, en realidad son producto de la intimidación y la coacción ejercida por los grupos armados ilegales. “La mayoría de la gente sale por miedo, no por convicción”, reveló una fuente en la zona.
Alias ‘Faiber’, señalado como responsable de varios atentados, entre ellos la activación de una motocicleta bomba en Piedra Sentada, Patía, que dejó un soldado muerto y varios heridos, ha sido protagonista en estas estrategias de manipulación comunitaria. Incluso, el cabecilla ha buscado proyectar una imagen de legitimidad al participar en eventos públicos, como la inauguración de un puente en la región.
La fuerza pública, en el marco de la operación Perseo, ha intensificado los operativos en la zona y considera la captura o neutralización de alias ‘Faiber’ como una prioridad estratégica. Mientras tanto, se mantiene la alerta ante el riesgo que corren las comunidades, atrapadas entre la violencia de las disidencias y las amenazas por no acatar sus órdenes.