El exsenador Gustavo Bolívar aclaró este martes que no piensa renunciar a su residencia estadounidense, a diferencia de otros funcionarios del Gobierno que han decidido devolver la visa en señal de solidaridad con el presidente Gustavo Petro.
En diálogo con Atlántico en Noticias, Bolívar sostuvo: “Yo tengo una vida allá y tengo residencia con mi hijo. No sería irresponsable abandonar a mi familia por un fanatismo”. El excongresista agregó que ha dado “todo” al proyecto del Pacto Histórico, sacrificando incluso su estabilidad económica y su carrera profesional, pero que su familia siempre ha sido su prioridad.
Sobre la relación con Estados Unidos, Bolívar destacó la importancia estratégica: “El 30% de las relaciones comerciales las tenemos con Estados Unidos. Los demás, a los que renuncian voluntariamente o a los que les quitan la visa, son dueños de su decisión”.
Con estas declaraciones, Bolívar se distancia de los gestos simbólicos de algunos colegas y reafirma que su decisión está basada en la responsabilidad familiar y en el respeto a las normas de residencia del país norteamericano.