El viaje del presidente Gustavo Petro al Medio Oriente se vio envuelto en polémica tras el incidente ocurrido durante su escala en Madrid, donde una empresa estadounidense se negó a suministrar combustible al avión presidencial colombiano. Aunque el mandatario inicialmente negó los hechos, posteriormente cambió su versión y ordenó cancelar el contrato con la compañía implicada.
En un primer mensaje en redes sociales, Petro desestimó los reportes sobre la negativa de abastecimiento, asegurando que su llegada a Arabia Saudita se había dado sin inconvenientes: “Dejen de decir tonterías. Me encuentro en El Riad, viajé desde España, que fue mi escala… Llevo tres días aquí, abriendo Colombia al mundo”.
Sin embargo, poco después publicó otro mensaje en el que reconoció el incidente y pidió terminar el contrato con la empresa de origen norteamericano: “Y se debe romper el contrato de manera unilateral con la empresa norteamericana. Al gobierno de Colombia se le respeta en el mundo”.
Fuentes cercanas a la operación indicaron que el inconveniente no estaría relacionado directamente con las sanciones impuestas al mandatario por parte del Departamento del Tesoro de Estados Unidos, sino con los protocolos de riesgo corporativo que aplican las empresas sujetas a la legislación estadounidense.
Ante la negativa inicial, la aeronave de la Fuerza Aérea Colombiana fue llevada a una base militar en Madrid, donde el Gobierno español intervino para garantizar el abastecimiento y permitir la continuación del viaje.
El episodio, sin embargo, ha generado inquietudes diplomáticas sobre las implicaciones que podría tener la inclusión del presidente Petro en la denominada “Lista Clinton” para futuras misiones internacionales y el manejo logístico de los vuelos oficiales del Estado colombiano.
 
			 
			 
					








