El municipio de Buenos Aires, Cauca, vivió este martes una de las jornadas más violentas de los últimos meses. A plena luz del día y durante más de siete horas, integrantes de las disidencias de las FARC ejecutaron una toma armada que dejó al menos siete personas heridas, graves daños materiales y a toda la población confinada por el miedo.
El ataque, atribuido al Frente Jaime Martínez del Estado Mayor Central (EMC), tuvo como principal objetivo el puesto de Policía, pero terminó afectando varias edificaciones del casco urbano, algunas de ellas impactadas con explosivos de alto poder. Mientras se desarrollaba el hostigamiento, decenas de familias buscaron refugio para proteger sus vidas.
El gobernador del Cauca, Octavio Guzmán, calificó los hechos como una “agresión directa contra el Estado y la población civil”, denunciando que el municipio quedó incomunicado, con civiles bajo fuego y hasta un hospital afectado. Ante la magnitud de la ofensiva, solicitó apoyo urgente del Ministerio de Defensa.
Las imágenes difundidas en redes sociales evidencian la destrucción del puesto policial y de otras estructuras, confirmando la intensidad del ataque armado.
Desde el exterior del país, la vicepresidenta Francia Márquez también rechazó lo ocurrido y exigió reforzar la seguridad y la inteligencia para anticipar este tipo de acciones y capturar a los responsables. “No podemos permitir que los grupos armados ilegales sigan imponiendo el terror en los territorios”, señaló.
En respuesta, el ministro de Defensa ordenó el envío inmediato de refuerzos militares y policiales y el desplazamiento al municipio de los altos mandos del Ejército y la Policía para coordinar las operaciones.
La Defensoría del Pueblo calificó la situación como “crítica”, alertando sobre la presunta instalación de artefactos explosivos improvisados en vías de acceso y puntos urbanos, lo que mantiene en riesgo extremo a la población civil.
Este nuevo episodio de violencia se registra en medio del paro armado de 72 horas del ELN, que ha dejado ataques simultáneos en varias regiones del país, confirmando que el Cauca sigue siendo uno de los departamentos más golpeados por el conflicto armado pese a los acuerdos de paz firmados en 2016.








