Menos de la mitad de los que inician bachillerato llegan a 11º a tiempo: Cada año aumenta el número de estudiantes que repite curso
En 2015, el número de estudiantes que cursaba el quinto grado en Colombia era de 819.612. De ellos, solo 355.652 llegaron en 2021 a grado once, el que de acuerdo con su proceso académico deberían estar cursando.
Esto quiere decir que apenas el 43,39 por ciento de esta cohorte presentaba el año pasado un progreso educativo normal, sin repetir año ni haber abandonado sus estudios. Por su parte, el 23,72 por ciento de ellos tenían retraso en su progreso (habían repetido o interrumpido sus estudios), mientras que el 21,4 por ciento ya no aparecía matriculado en el sistema educativo, es decir, había desertado o abandonado de manera indefinida.
Los preocupantes datos se desprenden del recién lanzado Observatorio de Trayectorias Educativas del Ministerio de Educación, una nueva herramienta con la que la cartera busca hacer un diagnóstico de cómo avanzan los niños, niñas y adolescentes en su proceso formativo, con el fin de crear políticas públicas que permitan que cada menor que entre a estudiar en preescolar pueda terminar no solo su colegio, sino también ingresar a la educación superior.
Así lo explicó Constanza Alarcón, viceministra de Educación Preescolar, Básica y Media: “Con el montaje del observatorio lo que se busca es que tanto el ministerio como las secretarías de Educación tengan información de primera mano, confiable, que les permita tomar decisiones de política pública, porque claramente existía la necesidad de monitorear el comportamiento de la matrícula, conocer los obstáculos para que los niños se promuevan de un grado a otro, los grados de mayores dificultades, deserción y repitencia, vacíos en cobertura, etc.”
¿Quiénes son los que están más propensos a repetir un año escolar? Personas vulnerables, de zonas rurales, apartadas, sin acceso a colegios o con bajos recursos económicos
Y lo revelado hasta ahora muestra la urgencia de que así sea. Las cifras publicadas por dicho observatorio muestran un alarmante panorama de la situación actual de la educación en Colombia, en el que cada año aumenta de manera considerable el número de estudiantes que repite curso, se retrasa o abandona el colegio, al punto de que, como se mostró líneas arriba, menos de la mitad de los jóvenes que estudiaba quinto grado en 2015 logró matricularse a grado once en 2021.
En el mismo periodo, de los 727.919 estudiantes que cursaban transición, solo el 54,91 por ciento llegó a grado sexto en 2021 sin haber perdido año o interrumpido sus estudios. Este fenómeno es generalizado, viene pasando en Colombia desde hace muchos años y ocurre en todos los grados, como lo muestran las cifras.
Lo anterior es muy preocupante, explica el analista en educación Francisco Cajiao: “Estos índices en Colombia son altísimos. En las pruebas Pisa de 2018 (las últimas aplicadas), el 41 por ciento de los estudiantes aseguraron haber repetido al menos un año, lo que nos pone como el segundo país con la repitencia más alta entre los países que presentaron la prueba, solo por detrás de Ghana”.
¿Y qué hay detrás de esto? De acuerdo con el experto, las causas de este fenómeno son múltiples: “Tenemos retrasos en el proceso educativo por varios factores. En especial en zonas vulnerables, los estudiantes suelen ingresar muy tarde al colegio, lo que supone que ya cuentan de entrada con un retraso. Luego tenemos unas tasas de repitencia muy altas anualmente, lo cual interrumpe las trayectorias”.
En Colombia, en las pruebas Pisa, el 41 por ciento de estudiantes aseguraron haber repetido un año.
Y agregó: “Hay varios estudios que muestran que cuando un niño pierde años, especialmente en los primeros cursos de primaria o en los últimos de bachillerato, es muy probable que abandone la escuela, por lo que la repitencia está relacionada con la deserción. Esta situación es dramática, porque hablamos de niños que no van a terminar de estudiar o que pierden años de vida productiva. Se les trunca su futuro”. Esto no solo deja mal parado al sistema educativo del país, sino que implica dificultades en el desarrollo de los menores, en la creación de oportunidades, en la reducción de brechas sociales y en el desarrollo social y económico de la nación.