La colombiana Nancy González es una de las diseñadoras de carteras de piel más reconocidas de América Latina. Sin embargo, se ha visto envuelta en un escándalo que podría terminar en su extradición a EE.UU, acusada de cargos de conspiración y contrabando por introducir ilegalmente sus bolsos en territorio estadounidense.
La diseñadora está siendo acusada por un tribunal del Distrito sur de la Florida, EE. UU., por comercializar de manera ilegal productos de marroquinería hechos con pieles de animales en vía de extinción.
Este es el indictment contra Nancy González en EE. UU.
Cámaras de seguridad del aeropuerto John F. Keneddy de Nueva York, captaron a Rodríguez, jefe de compras de C. I. Diseño y Moda Internacional, la empresa de González en Yumbo (Valle). El hombre se estaba bajando de un vuelo de Avianca con varios bolsos de piel de caimán con la marca de su patrona: Nancy González.
Para ese momento, pleno invierno de 2016, aún estaba con vida Santiago Barberi, el hijo de la diseñadora y la mente creativa del negocio que tenía clientes en Seúl, París, Dubái, Milán, Nueva York y Miami.
Según el indictment en contra de la diseñadora, Rodríguez no solo introdujo ilegalmente varias carteras, sino que además se reunió en la sede de Gzuniga, para recibir a dos correos humanos que habían traído ocho más, a bordo del vuelo 42 de Avianca.
Agentes federales aseguran tener evidencia de que fue la propia Nancy González la que entrenó a los correos humanos para decirles a funcionarios de aduanas que la marroquinería eran obsequios que les llevaban a sus familiares.
El tribunal del distrito sur de Florida acusa a González de violar la Convención para el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES, por sus siglas en inglés), tras haber introducido en EE.UU. cerca de 100 bolsos de cuero de reptil entre febrero de 2016 y abril de 2019.
González fue arrestada el viernes 8 de julio durante un allanamiento a su residencia en Cali, junto con sus empleados Diego Rodríguez Giraldo y Jhon Camilo Aguilar.
“El requerimiento internacional indica que estas personas elaboraban carteras, bolsos y diversos productos con pieles de babillas, caimanes, serpientes, entre otras especies silvestres“, informó la Fiscalía colombiana en un comunicado.
Las autoridades estadounidenses aseguran que González introdujo de contrabando artículos de piel de animales protegidos, sin obtener el certificado que se exige para la importación a EE.UU. de este tipo de productos.
Gzuniga Ltda.
A media cuadra de la Quinta Avenida de Nueva York, Estados Unidos, en el piso noveno de un lujoso edificio, aún funcionan las oficinas de Gzuniga Ltda., la importadora de marroquinería que desde 2007 creó la diseñadora colombiana Nancy González de Barberi, hoy presa en la cárcel el Buen Pastor.
Según agentes federales, en ese lugar -5 Este de la calle 57- se reunía su hombre de confianza, Diego Mauricio Rodríguez Giraldo, a entrenar a los colombianos que reclutaban para introducir ilegalmente a ese país, los bolsos de piel de cocodrilo, caimanes y serpiente pitón. La oficina está ubicada al lado de una tienda Burberry y Saint Laurent París, a dos cuadras del Central Park.
En el noveno piso de este edificio están las oficinas de Gzuniga en Nueva York. Es el 5 este de la calle 57, a dos cuadras de Central Park.
La diseñadora ha hecho saber, en su defensa, que se trataba de simples muestras para participar en las semanas de la moda de Nueva York, programadas para febrero y septiembre.
Además, que esas muestras no requerían los trámites de importación y certificaciones de las exportaciones que hacía para nutrir las tiendas Saks Fifth Avenue, Neiman Marcus, Harrods, Lane Crawford y Bergdorf Goodman.
Sin embargo, las supuestas excepciones se convirtieron en una especie de regla por la que los bolsos Nancy González empezaron a ingresar en mayores cantidades a Estados Unidos.
Además del viaje de Rodríguez, ese 8 de febrero de 2016, hay registrados en el indictment 15 más, entre ellos en el que cayó capturada Paola Soto.
Se trata de la promotora comercial y colaboradora de confianza de la prestigiosa diseñadora Nancy González, que ahora es testigo de la justicia de los Estados Unidos.
Soto pagó dos años de cárcel tras firmar un preacuerdo con la justicia de ese país a quien le entregó información relevante que ha servido de fundamento para la solicitud de extradición de su expatrona y de dos personas más.
Además de 282 bolsos, también ingresaron carteras y billeteras.
Rodríguez tomó relevancia en la investigación después de que, el 6 de septiembre de ese mismo año, repitió exactamente el mismo esquema pero a otro destino. Esta vez se movió de Cali a la ciudad Newark (New Jersey).
Con el antecedente de Nueva York, un agente de aduanas lo retuvo y le pidió que explicara el ingreso de la marroquinería sin las licencias legales exigidas. Al parecer, el colombiano entregó una declaración calificada como falsa que hoy lo tiene en problemas.
Además de ese incidente en su contra, rezan varios correos que se cruzó con el gerente de Gzuniga en los que le notificaba el ingreso de la marroquinería y le enviaba facturas. También hay cruce de correos con Jhon Aguilar, el otro procesado cuyo abogado alega que es un simple empleado: planeador senior y coordinador de exportaciones y CITES (permisos ambientales).
En el indictment aparecen viajando otras personas que también le rendían cuentas al gerente de Gzuniga, empresa que incluso hoy sigue recibiendo exportaciones de C. I. Diseño y Moda Internacional.
Según registros federales, el cargo de gerente de Gzuniga lo ocupaba la propia Nancy González de Barberi.