Crece más el escándalo con este nuevo capítulo que suma la intensa confrontación entre el presidente Gustavo Petro y el aparato judicial, el mandatario lanzó graves acusaciones contra la fiscal Lucy Marcela Laborde, encargada del caso contra su hijo, Nicolás Petro Burgos. Según el jefe de Estado, la funcionaria filtró información reservada del proceso a la periodista y precandidata presidencial Vicky Dávila, a quien calificó de “sedienta de venganza”.
Petro no se guardó nada. Desde su cuenta de X, disparó con fuerza:
“No hay autonomía de la fiscal Laborde cuando entrega información reservada (…) a la candidata presidencial de la oposición Victoria Dávila, rompiendo el derecho universal del juez independiente y neutral”.
El mandatario fue más allá, acusando una supuesta subordinación de Laborde a intereses políticos y mediáticos, y sugiriendo que las decisiones dentro del proceso judicial contra su hijo están motivadas por cálculos electorales.
¿Justicia o persecución política?
El explosivo pronunciamiento presidencial se da horas después de conocerse una carta enviada por la fiscal Laborde a la Fiscal General, Luz Adriana Camargo, en la que denuncia presiones internas, filtraciones y decisiones administrativas que —según ella— vulneran su independencia. Irónicamente, lo que la fiscal denuncia como intromisiones indebidas, es justo lo que el presidente ahora le reprocha a ella, pero desde el otro bando.
Petro aseguró que detrás de todo hay un propósito: condenar a su hijo para condenarlo a él políticamente.
“Una condena contra Nicolás Petro se daría porque quieren vengarse con mi hijo del carcelazo y condena de Uribe”, escribió, echando sal en la vieja herida entre el uribismo y el petrismo.
Fiscal del caso Nicolás Petro denuncia “intromisiones” y rechaza designación de fiscal de apoyo
Dávila, la nueva protagonista
La periodista Vicky Dávila, quien en los últimos meses ha lanzado guiños públicos hacia una posible candidatura presidencial, se ha convertido en la nueva antagonista del relato de Petro. El mandatario la acusó de actuar con intereses personales y ser vocera de “los dueños del gran capital que quieren volver a ordeñar el país”.
Afirmó incluso que la fiscal Laborde “obedece los deseos” de Dávila y que su comportamiento está alineado con una agenda electoral.
Un proceso cada vez más politizado
Lo cierto es que el caso Nicolás Petro, que comenzó como una investigación por presunto enriquecimiento ilícito y lavado de activos, se ha convertido en un campo minado político y mediático.
Mientras la Fiscalía intenta defender su autonomía en medio de tensiones internas y presiones externas, el presidente Petro ve en el proceso una jugada para deslegitimarlo ante la opinión pública.
Y en el medio, está Nicolás Petro, el hijo que alguna vez prometió ser símbolo del cambio, y hoy es blanco de todos los focos por razones muy distintas.
¿Justicia o venganza?
El proceso judicial sigue su curso, pero el juicio mediático y político parece estar más encendido que nunca.