En una de las intervenciones más extensas, caóticas y controvertidas de su mandato, el presidente Gustavo Petro ofreció este martes una alocución desde la Casa de Nariño que combinó denuncias sobre el sistema de salud, críticas a su propio gabinete, referencias a Adolf Hitler, los hipopótamos de Pablo Escobar, e incluso una propuesta simbólica: trasladar la Estatua de la Libertad a Cartagena.
El mensaje presidencial, que inicialmente se esperaba centrado en el informe de la Contraloría sobre las EPS y la reforma a la salud, rápidamente se transformó en un recorrido errático por diversos temas que dejaron más preguntas que respuestas entre analistas, opositores y ciudadanos.
“O se aprueba la reforma a la salud, o esto se hunde”
El eje central del discurso fue el estado del sistema de salud y el uso indebido de recursos públicos por parte de las Entidades Promotoras de Salud (EPS). Citando un reciente informe de la Contraloría, Petro advirtió que el modelo actual “se está cayendo” y que no hay otra alternativa más que aprobar la reforma a la salud propuesta por su gobierno.
“Está demostrado que se robaron los dineros de la salud: entre más damos, más se lo roban. Conclusión final: se debe aprobar la reforma a la salud o esto se hunde”, expresó el mandatario, quien además afirmó que “todas las EPS, menos dos, están incumpliendo y deben ser intervenidas”.
El jefe de Estado calificó el sistema actual como “un modelo de utilidades perverso contra el pueblo de Colombia” y sostuvo que mantenerlo equivaldría a permitir la muerte de ciudadanos por negligencia del Estado.
De Nueva York a Hitler, pasando por la Estatua de la Libertad
Sin embargo, tras las fuertes afirmaciones sobre las EPS, el presidente hizo un giro abrupto hacia temas internacionales y culturales. Criticó las políticas migratorias de Estados Unidos, en particular las de la administración de Donald Trump, acusando al país norteamericano de racismo y de promover una “supremacía blanca”.
“Mataron a una señora colombiana en Nueva York. Creen que somos inferiores y se creen con piel blanca, de raza superior. Eso se lo cree solo Hitler”, dijo Petro.
En medio de esa reflexión, lanzó una frase que ha generado desconcierto en redes sociales y medios: “La Estatua de la Libertad habrá que trasladarla a Cartagena”. No aclaró si se trataba de una propuesta simbólica o literal, pero la afirmación fue una de las más comentadas de la noche.
Hipopótamos, carcajadas y Pablo Escobar
En otro momento de la transmisión, Petro volvió a sorprender al mencionar a los hipopótamos descendientes de los que alguna vez fueron traídos ilegalmente por el narcotraficante Pablo Escobar. Haciendo referencia a los municipios cercanos a Doradal, Antioquia, el presidente afirmó que allí “adoran a los hipopótamos y a Escobar”.
Entre carcajadas, aseguró que esta especie no debería vivir en Colombia, sino en la India, sin especificar si su Gobierno tiene planes concretos para el manejo de esta fauna invasora.
Cambios en el gabinete: “Me han traicionado”
El presidente también utilizó su alocución para lanzar fuertes críticas contra su propio equipo de gobierno, a quienes acusó de traicionar el programa del “Gobierno del Cambio”.
“Se pusieron al servicio de la pereza o del gran capital porque les da miedo que no los empleen después. Hay ministros que ni siquiera saben cuál es el programa de gobierno, y siguen existiendo”, dijo Petro, en tono molesto.
Anunció que hará nuevos cambios radicales en su gabinete durante el último año de su mandato, sin precisar cuándo ni a quiénes removerá. Cabe destacar que en sus tres años en el poder, el mandatario ha rotado ya a más de 50 ministros y viceministros, en uno de los gabinetes más inestables de las últimas décadas.
Para Petro, parte del problema ha sido la “oposición interna”, es decir, de sus propios funcionarios, lo cual atribuyó a una falta de compromiso con el mandato popular que lo llevó al poder.
“No puedo tener mi último año con gente que no sepa el programa de gobierno y no lo aplique”, insistió.
Ruptura con Francia Márquez
En una declaración que confirmó lo que muchos ya sospechaban, el presidente admitió que su relación con la vicepresidenta Francia Márquez está completamente deteriorada. Reveló que existen diferencias insalvables por nombramientos en el Gobierno, y citó como ejemplo que Márquez amenazó con renunciar si él designaba a ciertas personas en cargos ministeriales.
“La señora vicepresidenta me dice que renuncia si yo pongo a Juan Carlos Florián o a Amaranta Hank. Eso no es igualdad. Sus funcionarios siguen en el ministerio, pero sin ejecutar”, afirmó Petro.
Un estilo que divide
La alocución ha generado una fuerte controversia nacional. Para sus seguidores, se trató de una intervención valiente y sin filtros; para sus críticos, una demostración preocupante de improvisación, populismo y desconexión con la realidad.
Aunque tocó temas fundamentales como la salud, el gabinete y la gestión del Estado, la mezcla desordenada de asuntos, el tono confrontacional y las afirmaciones polémicas han dejado una sensación de desconcierto sobre el rumbo del país en el último tramo del mandato de Gustavo Petro, que llegará a su fin en agosto de 2026.