El presidente Gustavo Petro oficializó este viernes el rompimiento de los diálogos de paz con el ELN, asegurando que la guerrilla “al atacar a sangre y fuego a civiles de manera sistemática en el Catatumbo, acabó con la paz”.
En un extenso mensaje, Petro criticó el reciente secuestro de dos agentes de la Dijín en Arauca, atribuido al Frente de Guerra Oriental, afirmando que “los prisioneros son responsabilidad de la organización capturante”, y responsabilizó al grupo armado de las condiciones físicas y psicológicas de las víctimas.
El mandatario señaló que el ELN se rige actualmente por “el mercado de las economías ilícitas y no por fines políticos” y denunció la contradicción de mantener secuestrado a un agente de Interpol, cuya labor es proteger procesos de paz, mientras exigen negociaciones.
Con esta decisión, Petro cierra las puertas a nuevas conversaciones con la guerrilla a solo un año de concluir su mandato, dejando en suspenso uno de los principales frentes de su política de “paz total” en medio de un panorama de recrudecimiento de la violencia en regiones como Catatumbo y Arauca.