El pasado 2 de marzo, en San Vicente del Caguán, la comunidad indígena se tomó el sector Los Pozos, donde funciona una base petrolera, lo que generó un fuerte choque con la fuerza pública.
En medio de la manifestación, murió un policía, mientras que varios de sus compañeros llamaban a sus superiores a pedir refuerzos desesperadamente.
Dicha situación puso en el ojo del huracán a altos mandos de la Policía, ya que llamadas divulgadas en medios reafirmaba la falta de organización y rapidez por parte de la institución para enviar refuerzos a la zona del conflicto donde estaban siento acorralados los uniformados.
Tras este hecho, el presidente Gustavo Petro aseguró este viernes que él es el único culpable de que los refuerzos no llegaran a tiempo.
Aseguró que como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Colombia asume la responsabilidad.
A través de su cuenta de Twitter, Petro indicó: “Respondo ante el juez militar que juzga a mi jefe de Policía en Caquetá por mis órdenes de no matar a la población civil”.
Aseguró que contratarán a los mejores juristas para defender a los uniformados hoy investigados por los hechos ocurridos en el Caguán.
