La Policía Nacional logró desarticular una estructura criminal integrada por al menos 12 personas, dedicada al suministro de armas, municiones y sustancias estupefacientes a disidencias de las FARC que delinquen en varios puntos del país.
De acuerdo con la investigación, el grupo operaba como un “outsourcing criminal”, encargado de abastecer material de guerra y drogas a estructuras armadas ilegales con presencia en los departamentos de Cauca, Valle del Cauca, Nariño, Meta, Guaviare y Arauca.
La organización coordinaba el acopio, transporte y entrega de los elementos ilícitos mediante rutas previamente establecidas y bajo estrictos niveles de sigilo, lo que le permitía mantener vínculos directos con cabecillas de estos grupos.
Con esta operación, las autoridades afectan de manera directa la capacidad logística y financiera de las disidencias, al tiempo que avanzan en el desmantelamiento de redes que facilitan su funcionamiento en distintas regiones del país.









