El cuerpo del sacerdote fue hallado muerto en el lugar sin sus pertenencias
Continúa la consternación en Medellín por la extraña muerte del sacerdote Javier G., quien fue hallado sin vida al interior de un bar en un sector de La 70.
Los encargados de realizar las pesquisas e investigar hasta llegar al esclarecimiento del homicidio son los expertos del Cuerpo Técnico de Investigación -CTI-, no obstante, a medida que avanza la investigación, se van conociendo detalles de la muerte de quien fue uno de los líderes espirituales de Robledo.
En las últimas horas, el coronel José Rafael Miranda, comandante encargado de la Policía Metropolitana del Valle de Aburrá entregó información sobre la primera actuación de los policías en el lugar de los hechos.
Relató, «él se encontraba en un establecimiento abierto al público, se recibe la llamada a través del 123, aparentemente cuando van a cerrar el establecimiento comercial, los dueños del lugar evidencian que el señor se encontraba acostado sobre la mesa y al intentar moverlo evidencian que él había fallecido».
Momentos antes de las exequias el padre del sacerdote fallecido reveló que cuando fue a reclamar el cadáver de su hijo le confirmaron que no tenía ninguno de sus objetos de valor.
El sacerdote oriundo del departamento de Córdoba se desempeñaba como formador del Seminario Misionero San José de la Iglesia católica del barrio Robledo de Medellín, y según las investigaciones de las autoridades, se encontraba en ese bar con otra persona que huyó con las pertenencias del sacerdote y dejándolo a su suerte, por este hecho, presumen que pudo ser drogado para robarle.
Aunque no se conoce el dictamen oficial de Medicina Legal, se especula que fue víctima del suministro de escopolamina debido a que algunas de sus pertenencias no fueron encontradas junto a su cuerpo, lo que significaría que le dieron esta sustancia con el objetivo de robarlo.
“De la primera información, posiblemente sí hubo un hurto de algunas de sus pertenencias, pero estamos ya en la investigación, esta investigación la tiene el CTI, esperemos que pronto den más detalles”, recalcó el subcomandante.
Sin embargo, ha llamado la atención que, según los dueños del establecimiento, el sacerdote, antes de fallecer, estaba en compañía de un hombre que habría desaparecido instantes después de su muerte. No obstante, las autoridades, en el marco de la investigación, revelaron que entró solo al sitio.
“Lo primero que tenemos es que llegó solo a la discoteca, y estaba hablando con otra persona, pero hace parte de la investigación que tiene el CTI”, dijo el coronel.