La prestigiosa revista británica The Economist publicó en su más reciente edición un artículo en el que formula una evaluación severa sobre el Gobierno del presidente colombiano Gustavo Petro. Bajo el título “El terrible presidente de Colombia se desespera”, el medio señala que su administración se ha caracterizado por dificultades legislativas, confrontación política y escasos avances en sus reformas estructurales.
La publicación recuerda que el mandatario asumió compromisos ambiciosos en materia de transformación del sistema pensional, la salud, el mercado laboral y la búsqueda de la llamada “paz total” con todos los actores armados. No obstante, The Economist sostiene que gran parte de estas iniciativas han encontrado serios obstáculos, tanto en el Congreso como en la Rama Judicial.
“El estilo de gobierno confrontacional del señor Petro ha entorpecido la construcción de mayorías parlamentarias, y algunas de sus iniciativas han sido frenadas por decisiones judiciales”, señala el artículo, al tiempo que advierte que la reacción del presidente ha sido considerar modificaciones a la Constitución para sortear dichas barreras institucionales.
Uno de los puntos que genera mayor preocupación para la revista es el manejo de la reforma al sistema de salud. The Economist critica la intención del Ejecutivo de sustituir a las aseguradoras privadas por un modelo de administración estatal centralizada, al considerar que se trató de una medida radical frente a un sistema que, aunque perfectible, era funcional.
En relación con la reforma pensional, se señala que el proyecto —que proponía canalizar cotizaciones al fondo público para quienes devenguen hasta 2.3 salarios mínimos— fue devuelto al Congreso por la Corte Constitucional, tras cuestionamientos sobre el trámite legislativo.
La revista también hace mención a la reforma laboral, aprobada por la Cámara de Representantes, pero advierte que podría tener consecuencias negativas sobre el empleo formal. Citando a Fedesarrollo, se estima que los nuevos costos para los empleadores podrían incentivar el aumento del trabajo informal, que ya afecta a cerca del 60 % de los trabajadores en Colombia.
En términos fiscales, The Economist resalta el debilitamiento de la capacidad financiera del Gobierno. Un déficit cercano al 7 % del PIB y la presión sobre el gasto público limitarían el margen de maniobra para cumplir con los compromisos del plan de gobierno.
En cuanto a seguridad, el artículo subraya que el panorama sigue siendo complejo, con hechos de violencia recientes, incluyendo atentados en Cali y el ataque al senador Miguel Uribe Turbay, lo que pone en entredicho la efectividad de la estrategia de paz total.
El medio británico también cuestiona la estabilidad interna del gabinete presidencial, al recordar que Petro ha realizado múltiples cambios ministeriales —más de 50 designaciones en menos de dos años—, lo que reflejaría dificultades para consolidar un equipo de gobierno estable. Además, menciona el señalamiento público hecho por su exministro de Relaciones Exteriores, Álvaro Leyva, sobre un supuesto consumo de drogas, afirmación que el jefe de Estado ha rechazado categóricamente.
Finalmente, The Economist expresa preocupación por el anuncio del presidente de impulsar una asamblea constituyente, iniciativa que, según el análisis del medio, podría ser interpretada como un intento de avanzar en su agenda reformista por fuera de los cauces institucionales ordinarios.
“El presidente no puede aspirar a la reelección y no tiene un sucesor político definido. Confía, en cambio, en que el respaldo popular sea el camino para consolidar su legado”, concluye el texto.