Por: Yasher Bolívar Pérez
El Metropolitano vivió una tarde histórica: el Atlético de Madrid goleó 5-2 al Real Madrid en un derbi que sacudió LaLiga y dejó al equipo de Xabi Alonso sin invicto. Desde el inicio, los rojiblancos dominaron el ritmo, aprovecharon cada error blanco y convirtieron el partido en una exhibición de intensidad, presión y contundencia.
Los goles de Le Normand, Sorloth, Griezmann y un doblete de Julián Álvarez desataron la euforia de la afición colchonera, mientras que Mbappé y Güler intentaron sostener al Madrid en el marcador. Sin embargo, los merengues se diluyeron con el paso de los minutos, víctimas de un planteamiento ineficaz y de una defensa superada por la ambición rojiblanca.
El resultado no solo representa una manita dolorosa para el Madrid, sino también un mensaje directo de Simeone y los suyos: el Atlético está vivo en la pelea por LaLiga. A seis puntos del líder, el equipo rojiblanco convierte su estadio en fortín y recuerda que el derbi no se juega, se gana con carácter, convicción y memoria histórica.