Por: Yasher Bolívar Pérez
En un duelo cargado de tensión y jerarquía, Boca Juniors mostró carácter frente al Bayern Múnich, pero terminó cayendo 2-1 sobre la hora en el Hard Rock Stadium de Miami. A pesar del golazo de Miguel Merentiel que empató transitoriamente el encuentro, la potencia del conjunto alemán terminó imponiéndose con un tanto decisivo de Michael Olise a los 84 minutos. El equipo de Russo queda ahora con la calculadora en mano, obligado a golear a Auckland City y a esperar un triunfo de los bávaros ante Benfica para mantener vivas sus aspiraciones.
El desarrollo del partido fue una batalla táctica desigual. Bayern mostró superioridad técnica y física, con un gol inicial de Harry Kane tras una serie de errores defensivos de Boca. Sin embargo, el Xeneize resistió con valentía, aprovechó espacios y encontró premio a su rebeldía con la gran jugada de Merentiel, que ilusionó a la multitud azul y oro presente en las gradas. Pero al igual que ante Benfica, el esfuerzo no fue suficiente para sostener el resultado.
Este segundo traspié deja a Boca sin margen de error. Su clasificación a octavos depende ahora de una combinación de resultados: necesita vencer por amplio margen al conjunto neozelandés y que Bayern derrote a Benfica sin dejar dudas en el marcador. Mientras tanto, el equipo argentino se aferra a la garra y el espíritu competitivo que mostró frente a dos gigantes europeos.