Por: Yasher Bolívar Pérez
Sin su máxima figura en cancha, los Celtics encontraron en el colectivo y la inspiración de Derrick White la fórmula para seguir con vida. Boston venció 127-102 a los Knicks en el TD Garden, recortó la serie a 3-2 y forzó un sexto juego que se disputará este viernes en el Madison Square Garden.
White fue la llama de un equipo que no se resigna: anotó 34 puntos, incluidos siete triples, y lideró a unos Celtics que firmaron 22 aciertos desde la larga distancia, su mejor producción en esta serie. Jaylen Brown fue el otro gran artífice de la victoria, con 26 puntos y 12 asistencias. Boston se sobrepuso a un mal inicio y a la ausencia de Jayson Tatum (lesión en el tendón de Aquiles), con un cierre demoledor en el tercer cuarto que los catapultó hacia una cómoda ventaja.
Los Knicks, que perdieron a Jalen Brunson por faltas personales en el tramo final, no pudieron sostener el impulso inicial. Josh Hart fue el mejor con 24 puntos, aunque sufrió un golpe en el rostro que lo obligó a salir momentáneamente. La serie, de alto voltaje, se traslada ahora a Nueva York. Boston, contra la historia, quiere convertirse en el 14° equipo en remontar un 3-1 en playoffs.