Por: Yasher Bolívar Pérez
Con una actuación impecable y un planteamiento táctico que desdibujó por completo al París Saint-Germain, el Chelsea se impuso 3-0 en la final del Mundial de Clubes 2025 disputada en el MetLife Stadium de Nueva Jersey. Cole Palmer, figura indiscutible del encuentro, marcó dos goles y asistió en el tercero, obra de João Pedro, consolidando el dominio inglés ante un PSG sin respuestas en ambos costados del campo.
Desde los primeros minutos, el equipo dirigido por Enzo Maresca se mostró agresivo, compacto y vertical, aprovechando las desconexiones defensivas del conjunto parisino. Robert Sánchez, arquero español del Chelsea, fue clave con atajadas decisivas que mantuvieron el arco en cero, y terminó siendo premiado como el mejor portero del torneo. La expulsión de João Neves y la tensión creciente en los minutos finales reflejaron la frustración de los de Luis Enrique, que vieron escaparse la oportunidad de conquistar un título que aún no figura en sus vitrinas.
El PSG, campeón vigente de la Champions League, llegó a la final como favorito, pero fue superado por un Chelsea que ejecutó con precisión quirúrgica cada una de sus transiciones ofensivas. El título consagra a los ‘Blues’ como campeones del mundo por segunda vez en su historia, y deja en evidencia que la supremacía continental no garantiza la corona global si no va acompañada de eficacia y equilibrio.