Por: Yasher Bolívar Pérez
La familia de Michael Schumacher por fin recibió un respiro después de meses de angustia. La justicia alemana confirmó las condenas contra los hombres que intentaron presionarlos para pagar 15 millones de euros a cambio de no divulgar imágenes privadas del expiloto. El caso dolió especialmente dentro del círculo cercano del heptacampeón, pues uno de los implicados era un antiguo guardaespaldas que aprovechó su confianza para robar más de 1.500 archivos personales.
El tribunal ratificó que Yilmaz T., considerado el cabecilla del plan, cumplirá tres años de prisión, mientras que su hijo y el exguardia de seguridad recibieron penas menores y quedaron en libertad condicional. Durante el juicio, Yilmaz admitió haber intentado vender las imágenes y pidió perdón a la familia Schumacher, aunque para su defensa alegó que quería “devolver el material” y sacar provecho económico. Aun así, para el entorno del piloto la sentencia sigue sabiendo a poco.
La familia, que desde hace más de una década mantiene en estricta reserva el estado de salud de Michael, esperaba sanciones más severas. Pese a eso, este fallo representa un avance frente a un delito que los expuso emocionalmente en un momento ya delicado. Con la decisión confirmada, solo queda intentar cerrar una herida causada por personas que, en algún momento, formaron parte de su círculo de confianza.









