Graves disturbios se registraron en el estadio Atanasio Girardot tras finalizar el partido entre Independiente Medellín y Atlético Nacional, correspondiente a la final de la Copa Colombia, hechos que opacaron la jornada deportiva y generaron amplio rechazo entre hinchas y la ciudadanía en general.
De acuerdo con los primeros reportes, los enfrentamientos ocurrieron una vez concluido el encuentro, cuando grupos de aficionados protagonizaron actos de violencia dentro y en los alrededores del escenario deportivo, obligando a la intervención de la fuerza pública para restablecer el orden.
Las imágenes de los desmanes se difundieron rápidamente en redes sociales, provocando indignación y llamados a castigos ejemplares contra los responsables, con el fin de evitar que este tipo de hechos se repitan en eventos deportivos de alta convocatoria.
El alcalde de Medellín, Federico Gutiérrez, condenó enérgicamente los hechos y anunció la adopción de sanciones contra quienes participaron en los disturbios.
“No vamos a permitir que unos pocos violentos dañen el deporte y pongan en riesgo la vida de las personas. Habrá consecuencias”, señaló el mandatario local.
Las autoridades adelantan la revisión de cámaras de seguridad y material audiovisual para identificar a los responsables, mientras se evalúan medidas adicionales de control para futuros encuentros deportivos en la ciudad.








