Por: Yasher Bolívar Pérez
La ilusión de miles de aficionados iraníes por acompañar a su selección en el Mundial 2026 se desmoronó de un día para otro. La Federación iraní confirmó que Estados Unidos no otorgará visas a ciudadanos que residan en Irán, lo que compromete no solo la presencia de los hinchas, sino también la participación de algunos jugadores convocados para la cita mundialista.
El golpe llegó justo después del sorteo, cuando se anunció que los tres partidos de Irán en la fase de grupos se jugarán en territorio estadounidense, entre Los Ángeles y Seattle. La situación se volvió aún más compleja al recordarse que Irán continúa en la lista de países con restricciones migratorias impuestas por el presidente Donald Trump. Para muchos aficionados que ya planeaban el viaje, la noticia fue un balde de agua fría.
Incluso el presidente de la Federación, Mahdi Taj, reveló que a él mismo le negaron la visa para asistir al sorteo, confirmando la gravedad del panorama. Entre los seguidores reina la frustración, como la de Amir Hosein, quien llevaba meses organizando su viaje y esperaba que, tratándose del Mundial, el proceso fuera más flexible. Hoy, la incertidumbre domina tanto en las tribunas como en la propia delegación iraní.









