El Junior de Barranquilla está a dos partidos de bordar la tan deseada estrella 11. En el temido “grupo de la muerte”, el tiburón fue el más fuerte: sumó 11 puntos y, aunque cayó 2-1 ante Medellín en el Atanasio Girardot, la combinación de resultados lo puso de nuevo en la final del fútbol colombiano.
La ayuda llegó desde Cali, donde América venció 3-2 a Nacional, resultado que mantuvo intacto el sueño rojiblanco.
Un primer tiempo para olvidar
Junior saltó al campo con la idea de que el empate era suficiente… y eso se notó.
El Medellín avisó temprano con remates de Jaime Alvarado y Jarlan Barrera, hasta que a los 28 minutos Brayan León —ley del ex— abrió el marcador con un remate cruzado.
La oportunidad de empatar llegó rápido: penal para Junior. Pero Edwin Herrera cobró al centro y Éder Chaux lo atajó sin problemas.
Cuando el descanso parecía un alivio, José Ortiz, otro ex Junior, castigó un error en el área y puso el 2-0 al 45+9’.
La buena noticia: América ya ganaba en Cali, y la clasificación seguía dependiendo del tiburón.
Cambios, reacción y alivio
Con la urgencia marcada, Alfredo Arias movió el banco: Guerrero, Castrillón y Teófilo entraron para recomponer el juego.
El efecto fue inmediato. Al minuto 48, una pared entre Paiva y Bryan Castrillón terminó en un remate preciso del recién ingresado para el 2-1. El gol le devolvió el alma al equipo.
Teófilo, con su jerarquía, aportó pausa y control. Del otro lado, Silveira fue clave con una atajada monumental ante Léider Berrío.
Un cierre de suspenso… desde Cali
Mientras en Medellín el partido se enfriaba, en Cali Nacional presionaba por darle vuelta al marcador, pero no lo logró. El pitazo final confirmó el deseo de toda Barranquilla: Junior está en la gran final contra el Deportes Tolima, que más temprano superó 1-0 a Fortaleza.
Ahora sí, todo por la estrella 11
Junior cerró un cuadrangular sólido, superando a tres gigantes del país y demostrando que tiene cómo competir por el título.
La ciudad ya vive ambiente de fiesta: la estrella navideña está más viva que nunca.









