Por: Yasher Bolívar Pérez
La relación entre Kylian Mbappé y el PSG llegó a un punto en el que ya no se habla de fútbol, sino de un choque legal que parece no tener fin. El club parisino presentó demandas que suman 440 millones de euros, argumentando que el delantero actuó con mala fe durante las negociaciones previas a su salida. Mbappé, hoy figura del Real Madrid, también reclama lo suyo: 263 millones por salarios atrasados y una prima que, según él, nunca le pagaron.
Detrás de las cifras gigantescas hay una historia de tensión creciente. Mbappé asegura que el club incumplió acuerdos, lo presionó mediáticamente y hasta lo apartó del equipo en 2023 para obligarlo a renovar. El PSG, por su parte, sostiene que el jugador ya sabía que no seguiría y que sus decisiones afectaron económicamente al club, especialmente cuando no aceptó un traspaso millonario a Arabia Saudita.
Ahora, todo está en manos del Tribunal laboral de París, que dará un veredicto el 16 de diciembre. Mientras tanto, el lío legal sigue escalando y deja claro que la separación entre Mbappé y el PSG no solo rompió una relación deportiva, sino que abrió una batalla que marcará un precedente en el fútbol europeo.









