Por: Yasher Bolívar Pérez
El debut soñado del Inter Miami en el Mundial de Clubes terminó en frustración. A pesar del despliegue ofensivo de Lionel Messi y el empuje de más de 60.000 aficionados en el Hard Rock Stadium, el conjunto estadounidense igualó 0-0 ante un sólido Al Ahly egipcio que resistió con orden, físico y un arquero monumental: Mohamed El Shenawy. El partido inaugural del torneo dejó emociones, ritmo y figuras bajo los tres palos, pero ningún gol que desatara la fiesta.
Óscar Ustari mantuvo vivo al equipo de Javier Mascherano con intervenciones claves en el primer tiempo, incluyendo un penalti atajado a Trezeguet. En el segundo acto, todo giró alrededor de Messi, quien lideró la ofensiva con intentos de tiro libre, jugadas individuales y centros milimétricos. Sin embargo, El Shenawy se agigantó: salvó un cabezazo de Picault, desvió al larguero un remate del argentino y frustró otro intento sobre la hora de Maximiliano Falcón. Fue una batalla entre dos estilos: la intensidad egipcia y el juego pausado pero técnico del equipo de Florida.
El empate deja a ambos conjuntos con un punto en el Grupo A y la sensación de que Al Ahly fue más equipo, mientras que el Inter Miami dependió casi exclusivamente de los destellos de su capitán. Mascherano deberá ajustar la estructura y el ritmo si quiere competir en serio por el título. A pesar de la expectativa y la localía, el estreno fue una advertencia: el Mundial de Clubes no da margen para confiarse, ni siquiera con Messi en cancha.