Por: Yasher Bolívar Pérez
Oklahoma City Thunder se impuso con autoridad 124-94 ante Minnesota Timberwolves y selló su regreso a las Finales de la NBA tras 13 años. Con una actuación estelar de Shai Gilgeous-Alexander, quien sumó 34 puntos, el equipo cerró la serie 4-1 y se proclamó campeón del Oeste.
El equipo más joven de la liga ha pasado de la reconstrucción profunda a convertirse en un contendiente legítimo. Gilgeous-Alexander, Chet Holmgren y Jalen Williams lideraron un proyecto que ha sido fiel a una idea: apostar por el talento joven, la paciencia estratégica y la cohesión táctica. El resultado es una campaña histórica, con 68 victorias en temporada regular y un juego colectivo demoledor.
Ahora, el Thunder espera por su rival: Indiana Pacers o New York Knicks. Con la ventaja de local asegurada por su récord, disputarán el título a partir del 5 de junio. Para una ciudad que supo perder, el presente ofrece algo más que redención: una oportunidad para hacer historia.